Para nadie es un misterio que a Donald Trump le gustan las cosas caras. No por nada el magnate multimillonario que desde el próximo 20 de enero asumirá como el nuevo Presidente de Estados Unidos se traslada en un lujoso Boeing 757, tiene una impresionante colección de automóviles de lujo e incluso posee varios edificios.
Sin embargo, y a pesar de todos sus lujos y excentricidades, un artículo del sitio de actualidad Business Insider sostiene que el controvertido empresario es el claro ejemplo de que “el dinero no puede comprar el buen gusto”.
Para graficar esta frase, el editor del portal Dennis Green pone como ejemplo su gusto en los trajes. Y no se refiere precisamente a la línea de vestimenta formal que el magnate vende a través de la colección Donald J. Trump, sino que se centra en los trajes que de hecho el multimillonario suele utilizar.
Tal como recoge el periódico norteamericano The New York Times, Trump acostumbra usar trajes de Brioni, una de las firmas de moda italiana más prestigiosas del mundo.
Esta compañía se caracteriza por sus impecables trajes, los que como ya te podrás imaginar además tienen un elevado precio.
Quienes estén interesados en adquirir uno de estos ternos, deben saber que sus valores van desde los 6 mil hasta los 17 mil dólares (entre 4 millones y 11 millones 400 mil pesos chilenos aproximadamente). Muchos de estos otorgan a la persona una sensación de poder y confianza.
No obstante, a muchos les puede costar comprobar la fineza y elegancia de este tipo de trajes por la forma en que Trump los usa. Y es aquí en donde se aplica otra regla en este ámbito: no es lo que usas, sino que es el “cómo” lo usas.
Según recoge Business Insider, uno de los defectos del nuevo mandatario de Estados Unidos es que por alguna razón, escoge trajes demasiado grandes para su talla, lo que queda de manifiesto en zonas como las mangas.
Pero no sólo tiene que ver con el tamaño sino que además enfatizan el hecho de que Trump no demuestra mucha preocupación por el cuidado de los costosos Brioni.
“A menudo (Donald Trump) los usa arrugados, un efecto que se aumenta por el tipo de tela que prefiere utilizar”, explicó al sitio de actualidad Jezebel el experto en moda Edward Sexton. “Si yo fuese él, optaría por una buena ropa sólida que no caiga en pliegues”, agregó.
Los especialistas advierten que nosotros somos los que debemos usar el traje, y no que “los trajes te usen a ti”, que es lo que ocurre con Trump. “De hecho pareciera que él no estuviera disfrutando la ropa que usa, y que no se enorgullece de su apariencia”, afirma Green.
Si bien está claro que ser empresario o político no necesariamente va de la mano con un buen gusto en la moda, hay quienes señalan que las diferencias en este punto entre Barack Obama y Donald Trump son abismantes. En este caso, muchos resaltan que el actual mandatario siempre se ve “presidencial”.
