El volante belga Radja Nainggolan fuma en la concentración de los Diablos Rojos en la Eurocopa 2016 y su seleccionador Marc Wilmots no dice nada. Lo acepta. Una historia que sorprende en el fútbol ‘superprofesionalizado’ de hoy, pero que no llamaba la atención hace varios años.

“Conozco bien a Radja. Necesita fumar. No sé cuántos (cigarrillos por día) pero siempre me las arreglo para que tenga una habitación con balcón. Es su costumbre. Pienso que si le impido fumar, va a romper todo su cuarto”, explica con honestidad Wilmots, quien a lo largo de los años se ha adaptada a algunas costumbres de las nuevas generaciones.

Su ‘Ninja’ no es el único de los jugadores que disputan este Eurocopa. El armador alemán Mesut Ozil también ha sido fotografiado en el pasado fumando, como el inglés Wayne Rooney, el portero polaco de la Roma Wojciech Szczęsny o el mito de su puesto, el italiano Gianluigi Buffon.

Su compatriota Marco Verrati, quien quedó fuera de la Azzurra por lesión, también entra en la lista de los adictos al tabaco, aunque algunos parecen más fumadores sociales que otra cosa.

De las estrellas del pasado de la Euro, el italiano Mario Balotelli solía aparecer en las portadas de las revistas enseñando esa costumbre poco sana para los futbolistas y mal ejemplo para los niños, como también fue el caso del holandés Wesley Sneijder, el portugés Fabio Coentrao, el inglés Ashley Cole o el búlgaro Dimitar Berbatov.

Cruyff, fútbol y cigarrillo

“El fútbol me lo ha dado todo en la vida y el tabaco casi me la quita”, había dicho en un anuncio publicitario contra las tabacaleras la leyenda holandesa Johan Cruyff, quien podía fumar hasta un paquete por día antes de dejar un vicio que terminó afectando su salud. Murió por cáncer de pulmón a los 68 años el 24 de marzo pasado.

El uruguayo Enzo Francescoli ha revelado que alguna vez se fumó un cigarrillo en el vestuario, habitud que continúa en la actualidad pero sin ocultarlo. También al crack francés Zinedine Zidane, actual entrenador del Real Madrid, se lo ha fotografiado fumando. Y recientemente el italoargentino Daniel Osvaldo, a quien terminaron echando de Boca Juniors por sus actitudes fuera de la cancha.

El fútbol ha dado pasos para erradicar el cigarrillo de su ámbito, comenzando por los técnicos que sí lo hacían mientras se disputaban los partidos. César Luis Menotti, campeón mundial con Argentina, era uno de los más famosos. La UEFA lo impuso a partir de 2004. El español Luis Aragonés, campeón con la Roja en 2008, era otro de los adictos a la nicotina que debió controlarse, al igual que el italiano Marcello Lippi, campeón mundial en 2006 con la Nazionale.

Matías Almeyda, exvolante internacional albiceleste, reveló que también fumaba en las concentraciones. “No es lo ideal. No se puede hacer deporte y fumar, es una de las cosas malas que hice en mi carrera deportiva, pero bueno. Simenone me hacía ventilar la habitación porque parecía Londres”, contó.

En Chile Ivo Basay fumaba en las concentraciones de Colo Colo de Gustavo Benítez, reveló el exdefensor y compañero del “Hueso” Juan Carlos González al programa “Código Camarín”.

Evidentemente, Wilmots quiere evitar eso con Nainggolan. Y también flexibilizar algunas conductas.

Tras cuatro años al frente de Bélgica, Marc Wilmots tuvo que flexibilizar algunos aspectos para llevar a buen puerto a la generación dorada, lo que también le ha valido duras críticas por parte de la prensa de su país.

Por ejemplo, en el Mundial 2014 se puso duro cuando algunos jugadores querían llevar a sus mujeres a Brasil al hotel de los Diablos.

“¿Autorizar que las mujeres de los jugadores se queden en el mismo hotel durante la Copa del Mundo? No. Cuando vas al trabajo, ¿llevas a tu mujer contigo?”, fue la pregunta retórica con la que quiso cerrar el debate.