Durante los años 90, Paola Camaggi(48) fue modelo, actriz, panelista y hasta conductora de televisión. Su rostro estaba en todas partes y miles de chilenos soñaban con ella.

De eso ya han pasado varios años, y hoy vive una vida completamente normal y alejada de la pantalla chica. Camaggi se alejó de la TV luego de su separación del comunicador Alfredo Alonso a los 30 años, desde entonces sólo ha tenido algunas apariciones esporádicas en televisión y un fugaz paso en Intrusos de La Red durante el 2014.

Este fin de semana concedió una entrevista con la revista Paula, donde confesó estar arrepentida de haber abandonado su carrera como diseñadora gráfica, por permanecer en televisión. “Terminé de estudiar, hice la práctica en una agencia, me metí al Miss Chile y la televisión me atrapó. En ese momento no dimensioné las consecuencias, pero me arrepiento mucho“, aseguró.

Alejandro Araya | Revista Paula
Alejandro Araya | Revista Paula

“Aprendí tarde que no se puede apostar todo por el modelaje y la tele. Salí de la casa de mis papás sin jamás haber tenido que pedir trabajo y así fue durante años. Siempre me llamaban. Eso se lo transmito a mi hija. Ella canta, baila y es súper histriónica. Tiene talento. Pero sabe que debe estudiar para ser independiente y tener el control de su vida”, agregó durante la conversación.

Sobre su época de esplendor, la ex modelo aseguró que nunca se vio como una “bomba sexy” y aclaró que tampoco tuvo una fila de galanes invitándola a salir como se pensaba. “Nunca nadie me invitó a ninguna parte. O pololeaba largo o, si estaba soltera, me iba del trabajo a la casa. Además, tal vez como rebeldía contra mis papás, me gustaba el hippie o el que no tenía un peso”, recordó.

Tras su divorcio con Alonso, Paola encontró el amor nuevamente y se casó por segunda vez, pero la relación tampoco funcionó. Sin embargo, de ella nació su única hija, María Gracia.

Alejandro Araya | Revista Paula
Alejandro Araya | Revista Paula

“Creo que siempre es difícil hacer pareja y, si hago un mea culpa, debo decir que, en el fondo, no sé ser pareja. Me casé la primera vez pensando en que bastaba con llevarse bien y compartir un ámbito laboral. Pero eso no basta para saber quién es el otro”, reconoció.

“Luego, con el papá de mi hija, con quien armé una casa y estuve 8 años, también cometí errores, como volcarme por entero a la maternidad. Me desbordé de amor y locura con mi hija. Me volví loca de aprensión. Obsesiva. Sin querer, dejé abandonada a mi pareja. Recién de vieja me doy cuenta de que la pareja significa amor y muchísimo trabajo. También he aprendido que ser feliz no es más que estar un fin de semana juntos, sin la ansiedad de hacer miles de cosas. He aprendido tarde, de golpe y porrazo”, aseguró.

Hoy se encuentra feliz viviendo una nueva relación que la tiene más que satisfecha.”Es extraño, porque en casi todos los planos de la vida soy muy insegura, pero no con mi pareja. Con mi experiencia en relaciones te puedo asegurar que no es solo lo físico lo que enamora y cautiva. Y, si al final, un hombre te cambia por una o dos de 20 no va a sentir las mismas cosas que con una mujer que ha tenido una vida”, finalizó.

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