Este fin de semana Chile celebra los 207 años desde que se fundó la Primera Junta Nacional de Gobierno, un momentó que inició el proceso de Independencia que, ocho años después, nos alejaría de los españoles.

Con ese motivo es que los habitantes de nuestro país festejan visitando a sus familiares, bailando cueca o, simplemente, tomándose algunos bebestibles junto a los amigos.

La mayoría de los parques tienen a disposición de los comensales fondas y ramadas en las que comerse un apetitoso anticucho acompañado de un terremoto es algo casi obligado… y de esto no está lejos la exchica Yingo Jocelyn Medina.

La mujer organizó su propia fonda en el Parque O’Higgins, en la región metropolitana, donde es ella misma quien lleva la comida a la mesa de sus clientes. Su nombre es muy particular: El rinkon de Kuliquitaka.

“Si no estoy en la caja, estoy afuera vendiendo terremotos”, dijo la joven al diario de circulación nacional Las Últimas Noticias.

Hace tres años Medina se dedica a las fondas, aunque esta vez sorprendió tras ponerse con dos puestos. “Un puesto como el mío (…) cuesta de siete a ocho millones de arriendo”, explicó. Además, afirmó que el gasto es bastante alto, puesto que “después debes sumar el gasto de las cosas que vas a vender”.

A pesar de eso, las ganancias le permiten “tener un buen colchón para el resto del año”, por lo que todos los esfuerzos valen la pena.

En El rinkon de Kuliquitaca los precios, según comentó Medina, son bastante accesibles. Hay bebidas y energéticas a $1.000, terremoto para niños a $1.500 y las empanadas cuestan $2.000. Aunque aseguró que “si compran hartas, igual hago precio”.

Todo lo que se vende en el local es comprado con anterioridad, aunque los productos “están fresquitos”. Seguramente por eso es que al día, maneja un stock de dos mil o tres mil empanadas y de 300 a 500 anticuchos.

Sin duda, cifras que permitirán que Medina, el próximo martes, tome su calculadora y comience a ver sólo números verdes.