Jordi Castell comentó en más de una ocasión lo importante que fue en su vida su abuelo materno Salvador Abusleme, quien lo crió desde que era un niño.

“Él me eligió como hijo, él es mi papá y ha sido siempre mi figura paterna… él es el hombre más importante en mi vida”, aseguró el año pasado en Vértigo cuando reveló los abusos de los que fue víctima por parte de su padrastro.

Este martes, el fotógrafo reveló la noticia que jamás habría querido dar: Su abuelo falleció a los 91 años.

Aunque no reveló detalles de su partida, a través de Instagram el animador le dedicó un sentido mensaje que emocionó a muchos.

“Pasar horas en el supermercado leyendo etiquetas o en el té hablando de política. Debatir sobre los beneficios del vodka o aterrorizarme cuando era chico, y con sólo levantarme una ceja, me hacías ver que me había equivocado. En silencio, así te fuiste y por eso que te despido en paz”, comenzó el comunicador.

“No me trajiste a este mundo pero construiste una vida a mi alrededor llena de estabilidad, educación y valores. Me enseñaste a ser hombre, a ser justo, honesto y trabajador. A gozar aunque fuera un vaso de agua bien conversado. En cada momento que tenga que ver con juntarse a comer, como buen paisano, cada tango o garrón de cordero, vas a estar”, agregó.

“Tal como me lo advertiste siempre, la memoria y los recuerdos te traerán siempre a mi lado, mi Buo”, finalizó.

Pasar horas en el supermercado leyendo etiquetas o en el té hablando de política. Debatir sobre los beneficios del vodka o aterrorizarme cuando era chico y con sólo levantarme una ceja, me hacías ver que me había equivocado. En silencio, así te fuiste y por eso que te despido en paz. No me trajiste a este mundo pero construiste una vida a mi alrededor llena de estabilidad, educación y valores. Me enseñaste a ser hombre, a ser justo, honesto y trabajador. A gozar aunque fuera un vaso de agua bien conversado. En cada momento que tenga que ver con juntarse a comer, como buen paisano, cada tango o garrón de cordero, vas a estar. Tal como me lo advertiste siempre, la memoria y los recuerdos te traerán siempre a mi lado, mi Buo.

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Recordemos que Castell tuvo una infancia traumática. Tras el divorcio de sus padres, su madre rehizo su vida con una persona que lo sometió a un feroz maltrato.

“Los niveles de violencia que viví eran brutales. Yo tenía ocho años y me obligaba a desnudarme, y después me azotaba con un alargador dejándome lleno de llagas por todo el cuerpo“, comentó también a revistas Cosas. “Los abusos no fueron sexuales, pero sí hubo mucha violencia y mucha humillación”, agregó.

En medio de ese escenario fueron sus abuelos maternos quienes lograron rescatarlo y educarlo para que se convirtiera en el hombre que es hoy.