El domingo ocurrió un evento histórico, ya que cantantes surcoreanos dieron un concierto de K-Pop en Pyongyang, capital de Corea del Norte.
El mismísimo Kim Jong-un y su esposa, la excantante Ri Sol Ju, asistieron al evento, sobre el cual el gobernante aseguró estar “profundamente conmovido”.
Este es un significativo gesto del régimen, ya que en Corea del Norte se prohíbe totalmente el ver u oír producciones de música, televisión o cine provenientes de Corea del Sur.
La única girlband de K-Pop que acudió al show fue Red Velvet, de la empresa SM Entertainment, una de las más grandes de la industria. No obstante, su asistencia causó un par de controversias en su natal Corea del Sur.
La primera polémica fue porque sólo acudieron 4 de las 5 integrantes que componen el grupo, algo que fue catalogado por muchos surcoreanos como una “falta de respeto” considerando la importancia histórica del evento, informó el portal de entretenimiento Allkpop.
La razón por la que una integrante -Joy (21)- no pudo acudir, de acuerdo a su agencia, fue que estaba ocupada grabando una película.
Y la segunda controversia tuvo que ver con una declaración que hizo la cantante más joven del grupo, Yeri (19), posterior al show.
Según recogió Allkpop, Yeri dijo en una entrevista televisiva que no esperaba que Kim Jong-un las saludara personalmente después de su presentación, añadiendo que se sintió muy honrada por ello.
“No pensé que fuéramos a darle la mano. Me sentí extremadamente honrada”, expresó la cantante.
Estas declaraciones no cayeron nada de bien a varios surcoreanos, quienes criticaron en redes sociales que la joven considerara “un honor” el saludar a un dictador.
En tanto, otros usuarios de la nación asiática opinaron que no era trascendente el comentario y que no merecía las críticas. Aquí puedes ver el momento polémico:
