Esta tarde, el empresario Leonardo Farkas llegó a votar escoltado por sus guardaespaldas hasta el colegio colegio Sagrados Corazones de Manquehue, ubicado en Vitacura.
A diferencia de la primera vuelta electoral, el filántropo no arribó de manera tan parafernálica como la vez anterior, cuando causó una gran polémica por ingresar en su limusina.
Asimismo, Farkas fue mucho menos crítico con el proceso eleccionario 2017 y esta vez, pese a que también causó una gran aglomeración, pidió unidad y que la gente no salga a hacer desastres con los resultados.
“Cambiemos la palabra oposición por unidad… No hay que pelear, debemos evitar las divisiones. Y el que salga elegido, la gente tiene que aceptarlo”, expresó.
También le pidió a la gente que no se vaya de Chile por el Presidente que salga, sino que aprovechen “nuestro lindo país”. “Vengo acá a votar porque soy chileno de corazón”.
A diferencia de la primera vuelta donde afirmó que “me gusta ayudar a las personas a mi manera, ayudo al que quiero y me estoy preocupando. No quiero ser presidente, quiero ser rey, porque él tiene todo el poder, como en las películas”, esta vez optó por un perfil mucho más bajo.
Finalmente reiteró a los periodistas que no le gustaba la política y, por lo tanto, evitó responderles preguntas que pudieran causar conflictos o divisiones.
