El pasado 20 de julio el mundo de la música perdió a uno de sus grandes exponentes. El vocalista de Linkin Park Chester Bennington se suicidó ahorcándose en una habitación de su casa de Palos Verdes, al suroeste de Los Angeles, Estados Unidos.

A cuatro meses de eso, este martes se revelaron detalles de la autopsia del músico. Según el portal TMZ, el informe asegura que había pequeños rastros de alcohol en el sistema de Bennington.

Asimismo, un primer informe toxicológico dio “presuntamente positivo” para éxtasis, aunque en los análisis posteriores no se encontró registro de drogas, por lo cual se llegó a la conclusión que la hora de su muerte no estaba bajo la influencia de aquella droga.

Tras la muerte del músico, las autoridades encontraron en su dormitorio una receta de Zolpidem, usado para tratar el insomnio, además de una botella y un vaso medio de lleno de cerveza.

La esposa del artista, Talinda Ann Bentley, aseguró que Bennignton tenía antecedentes de depresión y previos intentos de suicidios. Durante sus últimos meses de vida, estaba asistiendo a un tratamiento ambulatorio para tratar sus problemas de adicciones y llevaba seis meses sobrio.

El vocalista de la conocida banda de rock murió el día del cumpleaños de su fallecido amigo Chris Cornell, líder de Soundgarden, quien se había quitado la vida pocos meses antes.