Tras años presentando las noticias, desde hace algunas semanas el periodista Amaro Gómez Pablos se convirtió en una luego que su ex esposa Amaya Forch lo denunciara por violencia intrafamiliar psicológica. 

La información se convirtió en el tema principal de los programas de farándula, y aunque posteriormente la actriz intentó desistir de la acusación para “evitar dañar a sus hijos”, la imagen del profesional ya había sido ensuciada.

La abogada del ex conductor de 24 Horas, Lisset García, explicó LUN que “no se puede retirar la denuncia, ya que según el artículo 100 de la Ley de violencia intrafamiliar (19.968), los actos de violencia o una acusación del tipo sólo se puede terminar con una sentencia”, la que fue a favor de Amaro.

“Todo se trataría de una simple discusión de parejas, sobre todo en una pareja separada, donde hay más cambios de opiniones”, señaló García.

El ex rostro de TVN celebró la sentencia a través de Twitter, donde además agradeció a quienes lo apoyaron desde el principio.  “Gracias. Muchas Gracias a quienes creyeron en mí. Fue una ayuda invaluable en momentos durísimos. Un gran abrazo“, escribió.

A través de todo el proceso, Amaro ha concedido breves declaraciones sobre el tema en diversos espacios de televisión, pero nunca se había referido al asunto de forma tan sincera como en la carta abierta enviada a través de la fundación Amor de Papá .

“Cabe hacerse la pregunta: ¿Acusar Falsamente a un Papá, no es Violencia?”

Los tribunales han dictado sentencia y el fallo es contundente. La falsa acusación de violencia intrafamilar psicológica interpuesta en mi contra fue rechazada en su totalidad por absoluta falta de méritos. Así lo resolvió la juez titular del primer juzgado de familia de Santiago, la magistrada Sra. Luisa Hernández Muñoz. No hay espacio a equívocos.

Se separan los padres, no los hijos. Teniendo ese principio como guía, siempre he optado por guardar silencio hasta ser acusado de violencia intrafamiliar. Dada la gravedad de la imputación, no tuve más remedio que pronunciarme.

El daño es inconmensurable a nivel familiar, personal y profesional. Trabajo en los medios y sé que la desacreditación de los cargos en mi contra nunca será proporcional a la muy amplia difusión que obtuvo la acusación.

Hoy el trabajo es de reparación, sin lugar al rencor, porque la prioridad son nuestros hijos que seguirán siendo los más expuestos a comentarios infundados e irresponsables.

Falsas imputaciones como esta son una burla al sistema, una ofensa gratuita y sin consecuencia alguna para muchos papas en Chile -no soy el único-, y una mofa a las muchas mujeres que desgraciadamente sí son objeto de violencia intrafamiliar.