El grupo chino Wanda, que posee una extensa red de cines en el mundo, anunció el viernes un “acuerdo estratégico” con el estudio Sony Pictures para aumentar la influencia cultural de China en Hollywood.

“El grupo Dalian Wanda y el grupo Sony Pictures Entertainment Motion Picture alcanzaron un acuerdo de cooperación estratégico“, anunció en un comunicado el conglomerado chino, cuyo propietario es el magnate Wang Jianlin, considerado el hombre más rico del país.

Según el acuerdo, “Sony Pictures abrirá sus puertas a inversiones de Wanda en sus producciones y Wanda insistirá en el componente chino en las películas donde invierta”, según el comunicado.

La alianza “contribuirá a reforzar la influencia de Wanda en la industria mundial del cine, lo que supondrá un buen precedente para los productores de películas chinas en sus inversiones en el extranjero”, puntualizó el grupo.

Según la agencia Bloomberg, Wanda podría financiar hasta un 10% de algunos de los filmes de la filial de la japonesa Sony.

El presidente de Sony Pictures, Tom Rothman, destacó que el mercado chino “sigue creciendo para las películas de Hollywood”. “Esta alianza refuerza de forma considerable nuestra capacidad para llegar directamente a este público”, agregó, según el comunicado de Wanda.

El gigante chino, que empezó en el sector inmobiliario, busca diversificarse en todos los ámbitos, especialmente en los servicios financieros, el ocio y el deporte.

En 2012, adquirió la cadena estadounidense de cines AMC Entertainment por 2.600 millones de dólares. En China posee asimismo una extensa red de salas. En enero, compró el estudio Legendary (“Jurassic World”, “Godzilla”) por 3.500 millones de dólares y recientemente ha anunciado que pagó 1.200 millones de dólares para adquirir Odeon & UCI, una empresa de salas de cine con sede en Londres.

Además, en julio, el Wall Street Journal afirmó que el grupo de Wang estaba manteniendo negociaciones para tener una importante participación en otro estudio estadounidense, Paramount Pictures.

La cada vez mayor influencia del multimillonario chino, considerado cercano al régimen comunista, levanta críticas en Estado Unidos, donde varios parlamentarios advirtieron la semana pasada de que podría estar buscando “extender el control de la propaganda en los medios estadounidenses”.