El retorno de la afamada comedia televisiva Roseanne registró índices de audiencia triunfales y su protagonista, votante de Donald Trump, recibió incluso una llamada de felicitaciones del presidente de Estados Unidos.

Los primeros dos episodios, transmitidos el martes por el canal ABC tras una pausa de 21 años, fueron vistos en promedio por 18 millones de personas, la comedia con más televidentes en más de tres años, según reportes de prensa.

La serie es una rara representación de la vida de clase obrera en la televisión estadounidense, y también de simpatizantes de Trump, que han sido ampliamente ignorados por Hollywood.

El jueves, la actriz Roseanne Barr, que ha expresado públicamente su apoyo a Trump en pantallas y fuera de ellas, dijo que el republicano amante de la televisión y de los altos índices de audiencia la llamó para felicitarla.

I’m so happy that this is a thing!!!! #roseanne

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“Dijeron ‘por favor, aguarde por el presidente de Estados Unidos de América’ y eso fue de lo más emocionante, y fue muy, muy dulce de su parte felicitarnos”, dijo Barr al programa televisivo Good Morning America.

La actriz de 65 años, que antes había votado a Barack Obama, dijo que había sido una conversación “privada”.

“El simplemente está feliz por mí. Lo conozco desde hace muchos años, y ha hecho muchas cosas buenas por mí a lo largo de los años. Así que fue solo una conversación amigable sobre trabajo y televisión e índices de audiencia”, dijo.

La comedia presenta a Barr como la matriarca de clase obrera del clan Conner, cuya contracara es su hermana Jackie, interpretada por la ganadora de múltiples Emmys Laurie Metcalf y en la serie una votante de Hillary Clinton, pero que en la vida real sufragó por la candidata del Partido Verde Jill Stein.