Dwayne Johnson, conocido como La Roca, ha mostrado sus talentos de tipo duro en lugares tan diversos como autos de carrera, montañas embrujadas, junglas virtuales y ciudades asoladas por un terremoto. Era cosa de tiempo que lo hiciera en un edificio muy, muy alto.

Rascacielos: Rescate en las Alturas es la cinta a estrenarse en julio en la que veremos al voluminoso actor haciendo malabares en un (alerta de spoiler) rascacielos (fin del spoiler) ubicado en China para salvar a sus seres queridos. Así lo reveló Johnson a través de un tuit con el afiche de la película y este mensaje: “Todos estamos dispuestos a sacrificarlo todo cuando se trata de salvar a nuestras familias”.

En la imagen se puede ver a La Roca como un pequeño punto en medio de un peligroso salto desde una enorme grúa hacia un rascacielos en llamas. La distancia, por supuesto, parece imposible de abarcar para cualquier humano promedio, incluso si ese humano promedio es La Roca. Pero la esperanza de que conseguirá llegar al otro lado se mantiene intacta.

Al menos así fue hasta que el escritor inglés y físico aficionado James Smythe publicó en la misma plataforma su desmoralizador análisis del afiche, según reportó el medio A.V. Club.

“He simulado algunas parábolas para el salto de La Roca”, explicó Smythe en su mensaje, describiendo a continuación los tres escenarios que representó con líneas de distintos colores: la roja muestra lo que pasaría si da un pequeño salto antes de lanzarse hacia el edificio; la verde considera que mantuvo el impulso corriendo antes de saltar, y la amarilla muestra las desastrosas consecuencias de no tomar impulso y ponerse en cuclillas antes de saltar. Las tres terminan con La Roca cayendo al vacío.

“Cualquiera haya sido tu elección, descansa en paz, La Roca, porque ahora estás muerto”, fue la lapidaria conclusión del escritor.

Entonces el usuario Christian Bewdel, probablemente en negación ante el sino de la estrella, realizó su propio análisis. Sus resultados no fueron más alentadores, aunque sí más científicos.

Bewdel publicó la imagen con sus cálculos, los que mostraban que La Roca necesitaría tomar impulso con la improbable velocidad de 28,4 millas por hora, considerando que mide 1,96 m. Además, para confirmar el destino fatal de Johnson, agregó el dato del récord de velocidad de Usain Bolt, el hombre más rápido del mundo: 27,4 mph.

Otro usuario de Twitter, identificado como Spolchen, recurrió a las matemáticas para concluir que en realidad La Roca necesitaría solo 26,8 y no 28,4 mph para llegar al otro lado. Pero él mismo se encargó de destruir toda esperanza recordando que la velocidad máxima que una persona normal puede alcanzar es de solo 15 mph. Claro que La Roca no es una persona normal, pero, como Spolchen apuntó, buena suerte tratando de correr tan rápido como Usain Bolt.

Y desde aquí internet se encargó de hacer lo que mejor hace: contestar. Preocupados por el tema, otros usuarios trataron de aclarar la cuestión, como Galen Kehler, quien aportó la visión de un profesional. “Los no ingenieros tienden a pasar por alto el efecto del viento”, explicó, agregando una línea azul al análisis inicial que muestra un milagroso ascenso al final de la trayectoria.

Otros, en tanto, dejaron volar la imaginación, como Joseph Lallo, quien se dio cuenta de que a la imagen en realidad le faltaba un cañón. O Bryce Abood, quien en sus versiones del salto incluyó una capa roja, el dragón blanco de La Historia sin Fin. O Leigh Young, quien creó un gif con su interpretación de cómo el salto podría ser efectivo.

Johnson no se ha referido los innumerables comentarios que han aparecido en Twitter, y se ha dedicado a disfrutar del éxito de recaudación de la nueva versión de Jumanji que protagoniza. Pero diversos medios norteamericanos se encargaron de registrar las reacciones de los fanáticos. El Huffington Post comprobó que el tráiler no ofrecía respuestas, pero advirtió que “dado que estamos hablando de Hércules y Raymond Gaines, cualquier cosa es posible”. TMZ, por su parte, fue más directo, tildando el afiche de fail y afirmando que “nadie se traga la acrobacia de Rascacielos”.

Cine versus ciencia

Por supuesto que no es la primera vez que la ciencia se encarga de arruinar la diversión (o que el cine se encarga de ignorar a la ciencia). De hecho, el de La Roca no es el primer megaedificio asiático utilizado “anticientíficamente” por el héroe de turno. En El Caballero de la Noche (Christopher Nolan, 2008), Batman se lanza desde un rascacielos en China, extiende sus brazos como una ardilla voladora (sí, más que como un murciélago), planea e irrumpe en otro edificio a través de una ventana.

Adam Weiner, autor del libro Don’t Try This At Home!: The Physics of Hollywood Movie, explica en un artículo de Popular Science que la fuerza que el superhéroe necesita solo para extender esas alas, en esas condiciones, es sobrehumana (y no olvidemos que Batman no tiene superfuerza). Claro que no descarta que tal vez el material de las alas tenga propiedades aún no descubiertas en nuestro universo, así que por qué no.

Y hablando de imposibles, está aquella escena de Iron Man 3 (Shane Black, 2013) en la que el héroe metálico rescata a 13 pasajeros que caen desde el avión presidencial, formando con ellos una cadena humana y soltándolos sin un rasguño sobre las aguas de Miami. La peripecia fue extensamente analizada por Popular Mechanics desde el punto de vista científico. El resultado en la vida real: catastrófico.

Estos son solo un par de ejemplos de que las leyes físicas que rigen nuestro aburrido mundo tienen poco y nada que ver con las aventuras de la pantalla grande. Por suerte para La Roca, su familia y sus fanáticos.