Si el cine es un reflejo del mundo actual, el Festival de Cannes arrojó un panorama oscuro, especialmente para el alma humana, como el último filme en liza proyectado este sábado, el aplaudido “You were never really here”, con un magistral Joaquin Phoenix.

Para la crítica, la actuación del estadounidense en la cinta de la británica Lynne Ramsay (“Tenemos que hablar de Kevin”) le catapultó entre los favoritos al premio de interpretación masculina, junto al británico Robert Pattinson (“Good Time”), el francés Jean-Louis Trintignant (“Happy End”) y el argentino Nahuel Pérez Biscayart (“120 battements par minute”).

Phoenix encarna a un atormentado tipo duro, brutal con sus enemigos, tierno con su anciana madre, que vive de cumplir trabajos sucios al servicio de una causa noble: rescatar a menores de las redes de prostitución. Violenta, explícita e intensa, la película no da tregua al espectador.

 Joaquin Phoenix en Canens - AFP PHOTO | LOIC VENANCE
Joaquin Phoenix en Canens – AFP PHOTO | LOIC VENANCE

El maratón cinematográfico de Cannes llegó a su fin con esta cinta y el jurado presidido por Pedro Almodóvar dará a conocer el domingo el 70º palmarés de la mayor muestra mundial de cine.

Los favoritos

La crítica eligió a sus favoritos, si bien a menudo su veredicto no anticipa la elección final. Además está dividida: la francesa defiende una de las suyas, “120 battements par minute”, de Robin Campillo, que narra la acción de Act Up, una asociación que en los años 1990 luchó en Francia por que el Gobierno abriera los ojos y actuara frente a la epidemia del sida.

Pérez Biscayart interpreta a uno de los miembros de la asociación infectado con el virus, que se enamora de un nuevo integrante, libre de la enfermedad. Una historia de amor que discurre en paralelo a los debates y acciones de Act Up.

“Su actuación es muy, muy buena. Uno sale de la sala completamente conmocionado”, opinó a la AFP el crítico francés Pierre Vavasseur.

Tráiler de “120 battements par minute”.

Por su lado, la crítica anglosajona y europea se rindió a los pies de “You were never really here”, aunque sigue decantándose por “Loveless”, del ruso Andrei Zvyaguintsev, un drama sobre una pareja en fase de divorcio que no siente ningún apego por su hijo de 12 años, pero que deberá seguir junta para encontrarlo cuando este desaparece. La trama es desgarradora y una escena en particular resulta tan dolorosa que ha sido comparada con “El grito”, de Edvard Munch.

Este drama abrió el festival y pareció marcar la nota oscura de la competición oficial: niños maléficos como en “The Killing of a Sacred Deer”, del griego Yorgos Lanthimos, y en “Happy End”, de Michael Haneke – quien opta a su tercera Palma de Oro -, historias cuyo hilo conductor es la violencia, como la alemana “In the fade” y la estadounidense “Good Time”, y reflexiones sobre la deshumanización de la sociedad, como la húngara “Jupiter’s Moon” y la sueca “The Square”.

Tráiler de “You were never really here”.

¿El cine, en crisis?

Independientemente del tono, la crítica no pudo evitar mostrar una cierta frustración en esta edición del Festival de Cannes, meca del cine de autor: “Normalmente, soy una persona indulgente, contento con las selecciones de Cannes (…) y este año soy el primero en decir que no es una selección de muy alto nivel”, dijo Vavasseur.

El crítico Jonathan Romney, de la revista especializada Screen International, que lleva casi 30 años acudiendo al Festival, dijo que en esta 70ª edición “había muchos nombres que generaban una gran expectativa, pero desafortunadamente nos han decepcionado”.

“Quizás haya una falta de energía y de aventura en estos momentos a nivel global. A veces el cine pasa por periodos así”, dijo Romney.

Más entusiastas se mostraron los críticos con dos actrices, que se disputarán en duelo el premio a la mejor interpretación: Nicole Kidman, ensalzada en las dos películas que protagoniza (“La seducción”, de Sofia Coppola, y “The Killing of a Sacred Deer”) y la alemana Diane Kruger (“In the Fade”, del germano-turco Fatih Akin).