Con exitosas producciones de televisión, videojuegos, juegos de carta y películas, Pokémon se transformó en uno de los animé más exitosos de la segunda mitad de los años 90.

Y como no podía ser de otra manera, la efervescencia por los divertidos monstruos llegó incluso a Chile, en donde miles de niños y jóvenes se sumaron a la histeria generada por Pikachu y compañía.

Casi 20 años han pasado desde que esta popular serie debutara a nivel mundial, la que después de las primeras temporadas vio nacer nuevas sagas inspiradas en las aventuras de Ash Ketchum.

Luego de la exitosa saga original apareció Pokémon Advanced Generation, seguida de Pokémon Diamond & Pearl, Pokémon Best Wishes! y finalmente Pokémon XY, estrenada en 2014. Si bien son muchos los fanáticos los que probablemente conocen hasta el más mínimo detalle de la franquicia, de seguro hay un detalle que desconocen.

¿Qué nos dirías si te contamos que dentro del equipo de dibujantes que está detrás de Pokémon se encuentra un joven nacido en Talcahuano? Antes de que creas que se trata de una broma, déjanos contarte la historia de cómo un muchacho que nació y se crió en nuestro país, llegó a ser parte de una de las series de anime más importantes del mundo.

Pokémon XY
Pokémon XY

Corría el año 1987 cuando en el Hospital Naval de Talcahuano nació Masami Hayashi. Hijo de padre japonés y madre chilena, el pequeño se crió en nuestro país. “Mis abuelos viven en Concepción, pero después de nacer me fui a Santiago”, precisa. Realizó sus estudios en el Colegio Japonés, hasta que los 14 años su vida daría un giro.

“Mi padre siempre dijo que a los 14 años yo y mis hermanos nos iríamos a Japón para seguir con nuestros estudios”, explica un simpático Masami.

Y así fue, porque después de haber afianzado sus lazos con Chile, Masami partió rumbo al país del Sol Naciente. “En Nagoya, que es una ciudad ubicada al centro de Japón, llegó el momento en que tuve que decidir una universidad en la que matricularme. Pensé que sería una buena idea estudiar algo relacionado con el dibujo, aunque no tenía claro qué carrera”, admite.

“Si en la próxima no me va bien, me olvido del dibujo”

“Decidí estudiar Arte Japonés, ahí estuve cuatro años. Los chicos de allá eran muy buenos, y antes de terminar la universidad comencé a pensar en algo que me ayudara a mejorar mi técnica”, señaló el joven.

“Muchas de las personas que habían estudiado Arte Japonés se dedicaban a hacer los dibujos de las animaciones, así que decidí meterme en el tema de la animación”, añadió.

Fue ahí cuando se trasladó hasta Tokio, en donde estaba su hermano junto a su padre. “Comencé a mostrar mis dibujos aunque en un comienzo no me fue muy bien. Busqué empresas en las que podría entrar, pero ninguna me aceptaba, así que llegó un punto en el que dije: ‘si en la próxima no me va bien, me olvido del dibujo"”, explicó Masami.

“Afortunadamente quedé, y comencé a trabajar. Eso sí, estuve más de medio año sin recibir un pago, sólo me daban un poco de dinero para traslados y alimentación”, reconoce, lo que sin embargo no mermó sus intenciones de crecer profesionalmente.

El joven Masami Hayashi posando en el café-salón Los Gioco | BBCL
El joven Masami Hayashi posando en el café-salón Los Gioco de Concepción | BBCL

“Después de los seis meses, mis jefes se reunieron para decidir si tenía el talento o no. Y me dijeron que no. Eramos cuatro, y uno de los chicos a los que también les dijeron que no, terminó llorando”, admitió. Pero mientras otros habrían desistido en sus objetivos, Masami decidió torcerle la mano al destino.

“En el estudio se trabajaba todo con pincel, y como después de eso nos cambiábamos al digital, yo les dije que ahí podría hacerlo mejor. Entonces me dieron una oportunidad y continúe trabajando”, reveló.

Masami comenzó a involucrarse en series, con la confianza propia que se adquiere después de haber dado vuelta una situación que parecía sumamente compleja. Pero no fue fácil.

“Mi jefe me gritaba, Masami ven acá, párata quí, no te necesito, te voy a despedir, te tienes que esforzar más. Después de un tiempo le demostré que tenía lo necesario, y seguí”, agrega. Así logró ser parte del equipo estable que realizaba las ilustraciones para series que se emitieron en Japón.

Masami y Pikachu

“Cuando era niño, él dibujaba a este monito”,cuenta Liliana Jarpa, su orgullosa madre, apuntando a Pikachu. “Aún conservo un cuadro de un dibujo que él hizo de ese Pokémon. Nunca me iba a imaginar que terminaría siendo parte de la serie”, añade.

Masami cuenta que conoció a Pokémon en Chile un poco antes de que la serie llegara de manera oficial. Todo gracias a sus amigos japoneses, quienes le hacían llegar los videos.

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Estando en Tokio, Masami envió un correo a un estudio de animación que presta servicios y colabora con varias series de dibujos animados, entre ellas Pokémon. Su deseo era ser parte de la empresa. “Envié mis trabajos y me aceptaron. Eran jornadas extenuantes (En Pokémon) Estuve dos años y dirigí el capítulo final”, cuenta. Para un sólo episodio se realizaban entre 200 y 300 dibujos, explica.

Pokémon XY
Pokémon XY

“Debo admitir que en un comienzo me costó adaptarme al país, ya que el estilo de vida es diferente”, confiesa. A pesar de las barreras que debió sortear, Masami tenía claro su principal objetivo: ser dibujante.

Si bien hace varios años se acostumbró a su vida en el continente asiático, cada vez que puede viaja hasta Chile para ver a su familia. Eso sí, esto no ocurre con la frecuencia que a él le gustaría.

“Me encantaría venir más seguido, pero por un tema de tiempo se me hace muy complicado”, afirma. Pese a todo, los miles de kilómetros de distancia que hay entre Chile y Japón no han sido un impedimento para mantener el vínculo.

Pokémon XY
Pokémon XY