Si usted es de los que le tiene cierta antipatía a Ben Stiller, vaya guardándosela porque “Mientras somos jóvenes” es una más que inteligente comedia dramática, que está muy lejos del humor facilón de ciertas producciones que alguna vez protagonizó este actor.

Josh (Stiller) y Cornelia (Naomi Watts), una pareja de cuarentones, conforman un buen matrimonio que se ha tomado de bastante buena forma su imposibilidad de tener hijos.

Aparte de la lata que a veces debe resistir Cornelia en “el club de las mamaderas”, cuando se reúne con sus amigas con guaguas y niños, nada es tan dramático.

Josh, un documentalista que en sus clases cita a Godard e intenta mostrar “Nanook, el esquimal”, pero no logra hacer funcionar el “data”, lleva casi diez años filmando su segundo documental.

Sí. Está todo bien en la vida de Josh y Cornelia, pero es obvio que están estancados, a nivel íntimo y profesional.
Hasta que irrumpe en sus vidas -concretamente en el salón de clases de Josh- una pareja de veinteañeros, Jamie (Adam Driver) y Darby (Amanda Seyfreid). Como si recibiera un soplo de vida fresca, Josh escucha extasiado como Jamie le expresa su admiración por su trabajo y cómo lo ha inspirado para hacer el suyo.

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