En los últimos meses el movimiento #MeToo ha dado tribuna a millones de personas para que narren sus experiencias de acoso y abuso sexual. Desde famosas celebridades hasta gente desconocida se han unido a esta causa, con la que no todos están conformes.

Uno de ellos es el diseñador Karl Lagerfeld, quien en una reciente entrevista con la revista Numéro, aseguró que estaba “harto de eso” luego que le preguntaran su opinión acerca de las denuncias de acoso hechas por varias modelos recientemente.

“Lo que más me impresiona de todo esto son las estrellas que han tardado 20 años en recordar lo que sucedió. Por no mencionar el hecho de que no hay testigos de ello”, dijo. “Todas sus acusaciones de acoso se están volviendo bastante tóxicas”, agregó.

Aunque afirmó que en ningún caso apoya al productor de cine Harvey Weinstein, cuyas denuncias en su contra dieron origen al movimiento, sí defendió a Karl Templar, director creativo de la revista Interview, acusado de acoso en febrero pasado.

“En cuanto a las acusaciones contra el pobre Karl Templar, no creo una sola palabra de eso”, aseguró. “Una chica se quejó de que intentó bajarle los pantalones y de inmediato fue excomulgado de una profesión que hasta entonces lo había venerado”, prosiguió.

Tras ello, vino la frase que causó polémica. “Es increíble. ¡Si no quieres que te bajen los pantalones, no te conviertas en modelo! Únete a un convento de monjas, siempre habrá un lugar para ti en el convento. ¡Están reclutando incluso!”, agregó.

Según el artista de 84 años, todas estas denuncias impiden que los diseñadores puedan hacer su trabajo bien. “Leí en algún lado que ahora debes preguntarle a una modelo si ella se siente cómoda posando. Simplemente es demasiado, a partir de ahora, como diseñador, no puedes hacer nada”, finalizó.

Otra polémica

Pero esta no es la primera vez que el diseñador alemán desata el enojo del público. En noviembre del año pasado calificó a los inmigrantes en Alemania como “los peores enemigos” de los judíos.

El director artístico de Chanel participó en un programa de televisión francés donde criticó la política migratoria de la canciller Angela Merkel, asegurando que “no se puede, incluso si pasaron varias décadas, matar a millones de judíos y luego hacer venir a millones de sus peores enemigos”.

Merkel, que “ya había recibido a millones y millones (de inmigrantes), que están bien integrados, trabajan (…) no tenía necesidad de echarse encima a un millón más, para darse una imagen adorable tras la imagen de madrastra que dio en la historia de la crisis griega”.