El británico Gary Oldman (59) ganó su primer premio Óscar a Mejor actor el domingo pasado por protagonizar The Darkest Hours, luego de llevar varias décadas teniendo una destacada carrera en el mundo del cine.

Tras el logro, resurgieron en internet acusaciones que su exesposa, Donya Fiorentino, quien en 2001 -cuando se terminó su matrimonio- lo culpó por haberla supuestamente golpeado con un teléfono en frente de los dos hijos que comparten, de acuerdo al periódico inglés The Sun.

Ante la polémica, estas acusaciones han sido negadas por uno de los hijos de Oldman con Fiorentino, Gulliver (20), quien escribió una dura carta abierta donde se refiere en duros términos a su madre.

En la misiva, que ha circulado en un documento PDF en redes sociales como Twitter y Tumblr, Gulliver afirma que se probó hace años que estas acusaciones contra su progenitor son falsas.

“Ha sido muy molesto y doloroso ver que estas falsas acusaciones contra mi padre han vuelto a publicarse (…) En el caso de mi padre, sólo hay inocencia. Nunca ha sido culpable“, expresó.

Asimismo, agregó que él estuvo presente cuando ocurrieron las presuntas agresiones y que puede dar testimonio de que nunca sucedió lo que dice su madre.

“Ella (su madre) me trajo a este mundo. Sin embargo, no me enseñó a ser parte de él. Esta mentira, todas sus mentiras, cosas que ella ha perpetuado y que ha contado como ‘su verdad’, todo esto ha traído mucho dolor y momentos difíciles a mi padre y a todos nosotros, su familia (…) Yo estuve ahí durante el ‘incidente’, así que me gustaría dejar esto claro: no sucedió. Cualquiera que diga que ocurrió, está mintiendo “, expresó.

Igualmente contó que fue criado por Gary, pues él obtuvo la custodia legal tras el divorcio, y que desde hace 7 años decidió -por voluntad propia- cortar todo contacto con su madre biológica.

“Mi padre ha sido mi única y verdadera luz. Mi único héroe. Él es el hombre en el que espero convertirme algún día. Si sólo pudiera ser la mitad de grande y la mitad de puro. Me concedieron el favor de su paternidad, de ser criado únicamente por él cuando era niño. Por eso estoy eternamente agradecido”, dijo.

“Por decisión propia, escogí dejar de hablarle a mi madre hace 7 años, a la edad de 13 años. Era lo suficientemente mayor como para ver que seguir manteniendo una relación con ella me dañaría en el futuro, así que alejarme por un tiempo fue la única solución que me pareció adecuada”, acotó.

Para concluir su carta, declaró que “sé que él (Gary) es un hombre maravillosamente amable, muy talentoso, un hombre que no cambiaría el amor y la felicidad de su familia por nada. Este tormento debió terminar hace 16 años. En un año tan grandioso para su carrera, mi padre debería -por fin- ser capaz de disfrutar”.