Kate Middleton se enfrentó a una decisión difícil para asistir a los premios Bafta este domingo: ¿llevar o no un traje negro?
Puede que a primera vista parezca un tema superfluo, sin embargo, hay un trasfondo importante, pues su decisión podría haber causado un problema diplomático y a la vez afectar su imagen.
Al igual que ocurrió en los Globos de Oro, para esta entrega de premios, las celebridades decidieron llevar negro en protesta al acoso y abuso sexual del que cientos de artistas son víctimas en la industria del espectáculo.
Sin embargo, los miembros de la familia real sólo pueden usar ese color en funerales o durante un duelo, además la monarquía tiene por principio no participar en protestas.
Kate, quien debía asistir al evento en compañía de su esposo, el príncipe William, optó por una salida intermedia que dejó a casi todos contentos.
La duquesa de Cambridge llegó a la ceremonia vistiendo un traje verde oscuro de Jenny Packham (la misma diseñadora que usó Javiera Suárez en la Gala de Viña), el cual contaba con un cinturón negro.
De esta forma, Kate no desobedeció las reglas de la monarquía y gracias al lazo negro dio un pequeño guiño al movimiento Time’s Up, dejando su imagen intacta y a los conservadores felices.
Recordemos que Kate Middleton está embarazada de su tercer hijo, el cual se especula que nacerá en abril próximo.
