Pink fue la encargada de entonar el himno de Estados Unidos durante el Super Bowl 2018, la máxima cita deportiva de dicho país que enfrenta cada año a los dos mejores equipos de Fútbol Americano de la temporada.

Con esto, la cantante se sumó a otras flamantes intérpretes que se han hecho cargo del simbólico gesto patrio, como Lady Gaga y Christina Aguilera, el cual acapara una de las audiencias más relevantes del año. Sin embargo, la cantante tuvo que sortear un bochornoso episodio durante la ceremonia.

Segundos antes de cantar frente a las decenas de miles de personas que repletaron el estadio US Bank Stadium de Minneapolis, las cámaras mostraron cómo Pink tuvo botar delante de la audiencia un chicle que masticaba minutos antes de entrar a escena, en una secuencia que rápidamente se convirtió en viral..

El instante, que fue televisado en la transmisión oficial, le valió duras críticas en redes sociales, donde su versión de “Star and Stripes” (el himno de Estados Unidos) tuvo poca acogida.

De acuerdo a la misma cantante, que fue abordada en bambalinas por el poco refinado gesto, la razón detrás del bochorno se explica en un complejo cuadro gripal, que la tuvo consumiendo medicamentos hasta último minuto. El chicle, según ella, era para aliviar la garganta antes del show.