La historia del político superestrella es antigua. Para comprobarlo, basta remontarse a la imagen del César entrando a Roma, vitoreado por una multitud enfervorizada, mientras los esclavos sostenían laureles sobre su cabeza y le susurraban al oído “Recuerda, César, que eres mortal; recuerda, César, que eres mortal…”.

Por otra parte, la historia de la superestrella que se convierte en político puede ser algo más nueva, pero no menos interesante. La última novedad en este frente se refiere a la popular animadora norteamericana de televisión y actriz Oprah Winfrey, cuyo nombre como posible candidata a presidenta de Estados Unidos en 2020 se ha tomado los medios más importantes alrededor del mundo.

No hay que olvidar que la candidatura de Donald Trump fue tomando fuerza por medio de un fenómeno similar. Y tampoco que antes de ser presidente también era una figura pública, empresario y hombre de televisión. Como recuenta The Washington Post, fue durante la noche de los Golden Globes que la idea cobró fuerza. El comediante Seth Meyer, animador de la ceremonia, bromeó acerca de Oprah como presidenta, y recordó que ya lo había hecho en 2011 con Donald Trump. Oprah rió de buena gana con la ocurrencia. Pero un rato después, al aceptar el premio a la trayectoria Cecil B. DeMille, su discurso fue aclamado por la concurrencia y las redes sociales explotaron con la idea de verla en el Salón Oval.

Aunque en junio Oprah había declarado al Hollywood Reporter que nunca sería candidata a la presidencia, luego de la ceremonia no fue tan tajante. Cuando Los Angeles Times le preguntó, ella solo sonrió. La idea parece ir ganando terreno en la cúpula del partido Demócrata. Y famosos de la talla de Meryl Streep, Tom Hanks y Steven Spielberg han manifestado su apoyo a una eventual candidatura de Oprah.

Oprah se mantiene en silencio. Mientras la historia se sigue escribiendo, vale la pena recordar aquel día de 1998 en que le tocó entrevistar a Donald Trump y le preguntó si acaso sería candidato a presidente. Aquella vez, el polémico mandatario le contestó así: “Probablemente no lo haría, Oprah, pero a veces me canso de ver lo que está ocurriendo con este país. Y si se pusiera muy mal, no querría descartarlo totalmente”.

Veinte años después, él es presidente y ella podría ser su rival durante las próximas elecciones, como si se tratara de la segunda parte de una emocionante saga cinematográfica. Hoy la línea entre política y espectáculo parece más tenue que nunca.

Claro que no se trata de los primeros famosos que se dejan llevar por su vocación de servicio. Estos son algunos de los casos emblemáticos de los que han cambiado las luces y los ratings por las urnas y las encuestas.

1. Ronald Reagan

Antes de convertirse nada menos que en presidente de Estados Unidos, Reagan hizo de vaquero, jugador de fútbol americano y profesor de psicología, todo en una carrera como actor que sería eclipsada por su incursión en la política. Originalmente miembro del Partido Demócrata, se cambió al republicano en 1962. Sus primeras aproximaciones a la política las tuvo al convertirse en presidente del Sindicato de Actores a fines de los 50. Luego de ser elegido gobernador de California entre 1967 y 1975, perdió la nominación republicana en 1976, pero la ganó la siguiente elección, en 1980.

Llegó a la Casa Blanca un año después y fue protagonista del proceso final de la Guerra Fría. Se fue en 1989 y dejó a su compañero de partido George H. W. Bush. Y aunque compartió pantalla con íconos como Humphrey Bogart, Bette Davis, Doris Day y James Dean, fue en el podio del primer mandatario donde interpretó su papel más memorable.

Ronald Reagan
Ronald Reagan | Agencia AFP |

2. Eva Perón

La historia de cómo Eva Duarte se convirtió en Eva Perón y en un ícono social y político de Argentina es fascinante. Esto ha quedado plasmado en numerosas obras que mezclan la realidad y la ficción, como la novela Santa Evita, de Tomás Eloy Martínez, o el controvertido musical Evita con Madonna interpretando a la protagonista.

En los hechos, desde que era niña, Eva siempre quiso ser una estrella, y por eso en 1935, a los 15 años, viajó de su natal Los Toldos a Buenos Aires. Allí tuvo una carrera en las tablas sin mucho éxito, en papeles secundarios y obras menores. Durante años se mantuvo así a flote en medio de problemas económicos, apareciendo también como modelo en algunas revistas, hasta que en 1937 inició su carrera en el radioteatro.

Eva Peron,
Eva Peron, | Agencia AFP

En este género, hacia 1943, obtuvo cierto reconocimiento gracias a las políticas del nuevo régimen militar que privilegió la difusión de artistas nacionales. En 1945 dejó de lado su carrera artística para casarse con el coronel Juan Domingo Perón, quien al año siguiente sería presidente de Argentina.

Así, la niña que soñaba con ser una estrella se convertía en la primera dama de una nación que se dividiría entre los que la amaban y los que la odiaban. Su imagen fue fundamental en la carrera política de su marido y en el reconocimiento de la igualdad de la mujer en su país. Gracias a sus gestiones, se estableció por ley el derecho de la mujer a votar y la igualdad jurídica de los cónyuges. Evita murió en 1952, a los 33 años, después de lidiar dos años con el cáncer, y se convirtió en una figura ineludible de la historia de Argentina.

3. Arnold Schwarzenegger

Para el mundo siempre será el T-800, aquel rígido ciborg que entre viajes en el tiempo y frases inolvidables pasó de villano a héroe y se ganó el corazón del público. Pero para el estado de California, además, es el 38° gobernador, ganándose el apodo de Governator. La vida de Schwarzenegger podría ser una película: luego de una infancia difícil en Austria, con un padre severo y violento, policía y miembro del partido Nazi, emigró a Estados Unidos en 1968 para convertirse en una estrella del fisicoculturismo.

En este campo ganó cinco veces el Mr. Universo y siete veces el Mr. Olimpia. En los 80 se convirtió en ícono del cine de acción con papeles en cintas como Conan y Terminator. En 1990 tuvo sus primeras aproximaciones con la política como presidente del Consejo de Salud, Física y Deportes del presidente George H. W. Bush.

Arnold Schwarzenegger
Arnold Schwarzenegger | Agencia AFP

En 2003, luego de una carrera prolífica en el cine, anunció su candidatura por el partido Republicano a gobernador de California, cargo en el que fue reelecto en 2006 y ejerció hasta 2011, cuando tuvo que dejarlo debido al límite legal de dos períodos que rige en Estados Unidos. En los últimos años hemos podido verlo de nuevo en la pantalla grande, donde incluso volvió a vestir la chaqueta negra del T-800 en Terminator Génesis (2015). Pero su faceta política no decae: en junio de 2017 publicó un video en Twitter en el que hablaba del cambio climático, uno de los temas que promovió como gobernador, con el presidente francés Emmanuel Macron.

4. Grace Kelly

Una de las actrices más recordadas por su talento y por su belleza, la norteamericana Grace Kelly, también renunció a las cámaras por amor. A diferencia de Eva Perón, su carrera en Hollywood era exitosa y consolidada, siendo una de las musas de Alfred Hitchcock. Bajo su dirección brilló en películas como La llamada fatal y La ventana indiscreta, ambas de 1954.

Incluso estuvo nominada dos veces al Óscar, obteniendo una de las estatuillas por su rol en La angustia de vivir en 1955. Con solo 26 años, el cine le prometía todo el esplendor que una actriz podía desear. Pero ese año, mientras rodaba Para atrapar al ladrón conoció al príncipe de Mónaco Rainiero III con quien se casó en 1956. A partir de entonces se convirtió en la princesa de Mónaco.

Grace Kelly | Wikipedia
Grace Kelly | Wikipedia

Cumplió con sus funciones de consorte hasta su muerte en un accidente automovilístico en 1982, a los 52 años. En su faceta real incidió en la economía de Mónaco, preocupándose de promover el turismo, y ejerció como presidenta de la Cruz Roja. Aunque nunca volvió a actuar, su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood sigue brillando.

5. Kal Penn

En 2009, el actor norteamericano de origen indio Kal Penn era reconocido como el distraído doctor Lawrence Kutner, uno de los afortunados aprendices de Gregory House. Pero una llamada del mismísimo Barak Obama lo cambió todo.

Penn aceptó su oferta de convertirse en el director asociado de relaciones públicas. Su salida del programa fue una sorpresa, sobre todo por la inesperada muerte de su personaje en la serie.

Kal Penn  | Agencia AFP
Kal Penn | Agencia AFP

Al ser consultado por CNN sobre su decisión, Penn explicó que se le pareció que este nuevo desafío era algo que disfrutaría hacer y describió su tarea así: “Queremos asegurarnos de que las preocupaciones de todos son oídas y que todos conozcan las propuestas y los planes del presidente”.

En 2010 dejó brevemente su cargo para retomar su rol de Kumar Patel en A Very Harold & Kumar 3D Christmas, estrenada en 2011. Cuando el rodaje estuvo listo, retomó su puesto en la Casa Blanca. En 2013 se integró al Comité Presidencial de Artes y Humanidades, a petición de Obama. Se mantuvo en este cargo hasta agosto de 2017, cuando renunció en protesta por la postura de Donald Trump ante los incidentes en Charlottesville que terminaron con tres muertos y decenas de heridos.