Colin Firth (57) podría ser la representación perfecta de un caballero inglés: fuma pipa, toma cerveza los domingos, llega siempre diez minutos antes y lleva trajes hechos a la perfección.

Un hombre elegante y clásico que ha interpretado con maestría papeles tan ingleses como el de Jorge VI en “El discurso del rey”, que le valió su único Oscar, o más recientemente el de un espía en la secuela de “Kingsman”.

Por eso ha causado mucha curiosidad su recién estrenada condición de ciudadano italiano, que el actor solicitó hace unos meses, aunque conserva también la británica.

Pero las razones parecen difusas: la versión oficial apunta a “motivos familiares”, según sus agentes, Firth ha solicitado la doble nacionalidad para “poder viajar con el mismo pasaporte que su mujer e hijos”.

El intérprete está casado con la productora Livia Giuggioli con la que tiene dos hijos Luca y Matteo, de 16 y 14 años respectivamente.

El Ministerio de Interior italiano afirmó en una nota oficial que en el origen de su decisión estaría el “amor por nuestra tierra” y el hecho de estar casado con una italiana.

Razones políticas

La pareja se unió en matrimonio en junio de 1997, entonces para nadie deja de ser curioso que haya decidido dar ese paso ahora, consignó el sitio de noticias norteamericano USA Today.

La prensa británica no alberga dudas. El actor comenzó los trámites burocráticos en Londres unos meses después de que saliera el “sí” al Brexit y aseguran que el complejo escenario político en el que vive inmerso el país podría haber motivado su decisión.

Firth se refirió a este tema en vísperas de la celebración del referéndum británico, y dijo que se trataba de “un desastre de proporciones inesperadas”. Poco después de conocer el resultado de la consulta, confesó públicamente su preocupación. “El Brexit no tiene ni un sólo aspecto positivo para mí. Muchos compañeros, entre ellos Emma Thompson, son, como yo, entusiastas europeos. Todavía no nos lo podemos creer“, afirmó.