El domingo pasado la actriz Viola Davis se convirtió en la primera artista afroamericana en conseguir la “Santa Trinidad” de los premios de actuación: posee un Tony, un Emmy y ahora también un Óscar. 

Su talento es reconocido por el mundo entero y le ha permitido pasearse por  todas las áreas del teatro, el cine y la televisión… si hasta en Escuadrón Suicida tuvo un personaje.

Sin embargo, su vida no siempre fue tan glamorosa como lo es hoy. En una reciente entrevista con la revista People, la actriz reconoció que creció en la pobreza y que sólo su talento la ayudó a conseguir el éxito en la vida. 

En la misma publicación, compartió la única foto que posee de su infancia. “La única foto que tengo de mi niñez es esta foto de mi en el  kindergarten”, señaló la artista de 51 años. Según la protagonista de The Help, su familia no tenía dinero para pagar fotografías y menos una cámara.

PEOPLE
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En la foto tengo esta expresión en mi cara -no es una sonrisa, no es un ceño fruncido.- Te juro que, esa es una chica que se despierta por la mañana, mira alrededor de su casa y su vida diciendo: ‘No puedo creer cómo Dios me ha bendecido’ “, agregó.

Viola nació en una choza de una sola habitación en la granja de su abuela, que había sido una esclava. Sus padres, Dan y Mae Alice, se mudaron a Rhode Island poco después de su nacimiento, en busca de mejores condiciones de vida. Y mientras ellos luchaban por sobrevivir, Viola y sus cinco hermanos peleaban contra el hambre, una casa en ruinas y las burlas racistas de los matones escolares.

“Siempre supe que era la más pobre de la gente que me rodeaba. Nuestro ambiente y nuestro espacio físico reflejaban el poder adquisitivo de mi familia. Las tablas hacían de paredes. Las tuberías eran de mala calidad. No teníamos teléfono, ni comida y había ratas”, recuerda.

ABC
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Los ratones eran uno de los problemas más graves que enfrentaba la familia. La actriz asegura que estos comían la cara de sus muñecas y que incluso ella debía ponerse harapos en su cuello para que no la mordieran. Sin embargo, siempre supo que querían salir adelante.

“Era como una especie de motivación. El problema con la pobreza radica en que te comienza a afectar la mente y el espíritu porque eres invisible para la gente. Pero yo desde muy joven decidí que no quería esa clase de vida. Y haber vivido así me permite valorar mucho y apreciar lo que ahora tengo porque nunca antes lo tuve. Un jardín, una casa, tuberías en buen estado, una nevera llena, eso que la gente siempre da por sentado, yo no lo tuve”, reconoce.

AFP
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