¿Sabías que en Chile existe una Red de Alimentos? Así es, desde hace quince años esta institución opera en el país como un banco de alimentos para personas en situación de vulnerabilidad.
Para comenzar esta historia debemos remontarnos a 2003 cuando Carlos Ingham, fundador de este proyecto, conoció el banco de alimentos de Buenos Aires y decidió trasladarlo a nuestro país.
Chile era, en esa época, uno de los pocos países de todo el continente que no contaba con este sistema, debido a la normativa tributaria que incentivaba la destrucción de alimentos, siendo éste el único modo de las empresas de poder acreditar los gastos incurridos en producción.
Dicha situación permaneció hasta 2009, fecha en que el Servicio de Impuestos Internos igualó el tratamiento tributario de la destrucción con la entrega de estos productos, no comercializables pero aptos para el consumo humano, a instituciones sin fines de lucro. Así la Red de Alimentos de Chile comienzó a operar en octubre del 2010.
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¿En qué consiste un banco de alimentos?
El modelo de banco de alimentos nació en los años 60 en Estados Unidos bajo la filosofía de rescatar alimentos para distribuirlos entre los sectores más vulnerables, evitando con ello el desperdicio y mejorando las condiciones de la población más pobre.
Actualmente hay operativos más de 700 bancos de alimentos en todo el mundo y más de 40 sólo en Sudamérica. Cabe destacar que en muchos de esos países existe también un etiquetado de “consumo preferente”, que facilita la comercialización de los alimentos y otorga más tiempo para poder distribuirlos, frente a aquellos que trabajan únicamente con la fecha de vencimiento.
La enorme difusión de los bancos de alimentos radica en que funciona no sólo con los productos que la industria ya no puede comercializar, sino también con donaciones de alimentos y artículos de primera necesidad por parte de las empresas dentro de su programa de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), aportes de personas individuales o diferentes sistemas de voluntariado.
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Conoce el caso chileno
La Red de Alimentos de Chile comenzó a operar en la región Metropolitana en octubre de 2010 y en 2014 abrieron otra bodega en la región del Bío Bío. Desde ambos lugares atienden a las 206 organizaciones sociales que operan en las cinco regiones del país: Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Maule y Bío Bío, alcanzando a 190.738 personas.
Desde su creación ,la Red de Alimentos de Chile ha contado con el apoyo de las principales empresas de la industria alimentaria y también de otros rubros que han querido apoyar con financiamiento el proyecto. Esto ha permitido que aumenten cada vez más los kilos de alimentos rescatados que, contabilizando desde sus inicios, suman más de 19 millones, lo que se traduce a 80 millones de raciones de comida.
Además, se estima que a día de hoy se están rescatando mensualmente 400.000 kilos de alimentos que, de no ser por esta iniciativa, serían desperdiciados y destruidos, causando un daño enorme al medio ambiente. De hecho, según el estudio realizado por GreenlabUC entre 2012 y 2017 se han evitado la emisión de más de 35.000 toneladas de CO2, con una valoración social de USD 1.152.000.
Pero, a pesar de estos favorables números, aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, el Banco de Alimentos de Chile recibe sólo productos no comercializables, es decir, alimentos aptos para el consumo pero que ya no están a la venta, pero cualquier otra entrega para la empresa le supondría un costo tributario por el concepto de gasto rechazado.
Patrocinadores de Food and Service 2017
El tema de desperdicio de alimentos es ya una preocupación mundial y cada vez toma más relevancia en la opinión pública,promoviéndose la compra y el consumo responsable. Por ello para la fundación es tan importante modificar las políticas públicas del país como ir haciéndose conocidos entre la sociedad.
En ese contexto cabe destacar que con este año la Red de alimentos de Chile suma cinco consecutivos como patrocinadores de Food and Service. Este ha sido un hito enormemente significativo, habiéndoles permitido dar a conocer su misión y sumar nuevos adeptos a la causa. Y es que en la feria agroalimentaria más grande de nuestro país también hay cabida para la labor social.
Food and Service 2017 reunirá a más de 22.000 visitantes y 750 stands expositores, donde la organización quiere concienciar sobre la creación de una industria más sostenible a través de la reducción del desperdicio de alimentos, la mejora del medio ambiente y la disminución del nivel de pobreza del país. Porque como vienen dicen desde la organización “juntos, podemos construir un Chile más solidario y sustentable”.
