Este jueves se dio a conocer el Primer Informe de Mujeres en Alta Dirección, estudio que reveló que sólo un 8% de los puestos de gerencias generales de medianas y grandes empresas son ocupados por mujeres.

La cifra sube hasta el 27,6% si consideramos la participación laboral femenina en cargos de primera línea en estas mismas organizaciones.

El estudio se realizó en base a datos ofrecidos por la agrupación Mujeres Empresarias junto a la Dirección de Estudios Sociales de la Universidad Pontificia Católica de Chile (DESUC).

Su objetivo fue conocer la participación laboral de mujeres y hombres en los niveles de cargo superior en medianas y grandes empresas además de obtener nuevos datos sobre dificultades y facilitadores para el desarrollo de carrera de las profesionales en Chile.

Respecto a la participación de mujeres en cargos ejecutivos de segunda línea, el estudio visibilizó que sólo un 33,8% de ellas se encuentran en estas posiciones: 29,6% tienen participación en este tipo de cargos en grandes empresas y un 38,2% en organizaciones medianas.

En el evento de presentación del informe estuvo la subsecretaria de Economía, Natalia Piergentili, manifestó que “para que una empresa sea más exitosa necesita diversidad funcional. Siempre nos vemos enfrentadas a los estereotipos, a los sesgos inconscientes. Pero está comprobado que más mujeres en cargos de alta dirección aportan más al equipo y enfrentan de mejor manera las crisis, ya sean financieras o de otra índole”.

“Las empresas nos necesitan”

“Es impresentable que un país como el nuestro, que pertenece a la OCDE y que tiene una alto estándar educacional en mujeres, no presente un mayor número de mujeres en altos cargos de dirección”, recalcó.

Piergentili añadió además que “al sector público y al sector privado nos corresponde hacer visible lo invisible, darle voz a los que ni tienen voz. Tener una mirada homogénea como sociedad”.

El informe destaca también que sólo existe un 16,2% de mujeres en puestos de directorio de grandes y medianas empresas, “proporción que varía en forma constante según el tamaño de la empresa, sea medido en términos de cantidad de trabajadores o ventas”.

“Tenemos que hacer un estudio como éste para mostrar con cifras algo que al sentido común es evidente. La desigualdad de género no puede ser tomada sólo como un tema ideológico”, prosiguió la subsecretaria en su discurso.

Las empresas nos necesitan, el país nos necesita y se está perdiendo talento medible y generando pérdidas plausibles por no abrir más la puerta”, finalizó Piergentili.