El Dow Jones vivió -esta semana- las dos mayores caídas -en términos de puntos- de su historia. Así, los números rojos se han replicado durante los últimos días en las principales bolsas del mundo, incluido el mercado bursátil de nuestro país.

Este viernes, el índice selectivo IPSA -que agrupa a las 40 principales acciones de la Bolsa de Santiago- bajó un 1,81% a 5.549,15 puntos.

De este modo, el indicador totalizó un descenso de un 4,8% en la semana entre el 5 y el 9 de febrero, cediendo así todo el terreno ganado en el año.

Lo anterior, frente al temor de los operadores en todo el mundo, que apuntan a una mayor inflación en Estados Unidos y estiman que ello pueda implicar un alza de tasa más fuerte de la esperada, escenario que podría concretarse con Jerome Powell, nominado por el presidente Donald Trump al mando de la Reserva Federal.

Sin embargo, a juicio del gerente de estudios de Renta 4, Guillermo Araya, el crecimiento que tendrían las principales economías del mundo durante el año es un argumento “fundamental” para afirmar que el desplome ocurrido esta semana es un ajuste en el valor de los activos.

El responsable de investigación económica en Saxo Banque, Christopher Dembik, dijo a AFP que “era inevitable una corrección ante la sobrevaloración de la Bolsa estadounidense. Todos los indicadores utilizados habitualmente (…) subrayan que los niveles actuales estaban cerca de los del 2000”,

En tanto, el economista de Scotiabank, Benjamín Sierra, señaló que la volatilidad en los mercados se mantendrá y planteó que las caídas ocurridas tras el lunes pasado son réplicas del evento de comienzos de semana.

Finalmente, Art Hogan de Wunderlich Secutities señaló a la Agencia France-Presse que en las plazas financieras el ambiente “es más de frustración que de otra cosa”. Junto a ello, aseguró que “no es que haya verdaderamente pánico (…) es una forma de probar hasta donde podemos bajar”.