El Banco Central Europeo (BCE) elevó su pronóstico de crecimiento y de inflación en la zona euro este año, pero dejó sin cambios sus previsiones para 2017 y 2018, anunció el jueves el presidente de la institución, Mario Draghi.

El PIB de la zona euro tendrá este año una expansión de 1,6%, frente a 1,4% previsto en marzo pasado. En 2017 y 2018 el crecimiento será de 1,7%.

El alza de precios será de 0,2%, frente a 0,1% en la estimación anterior. En 2017 será de 1,3% y en 2018 de 1,6%, según los servicios de prospectiva del BCE.

Esas proyecciones dan un respiro al BCE, que considera que la inflación ideal para impulsar el crecimiento sin afectar a los ingresos se sitúa en un nivel “cercano pero inferior al 2%”.

Todos los esfuerzos realizados hasta ahora por el BCE para alejar el espectro de la deflación (una caída de precios, considerada nociva para las inversiones y el consumo) se habían revelado vanos, debido entre otras cosas al derrumbe del precio del petróleo.

Los precios al consumo en la zona euro volvieron de hecho a registrar en mayo una caída interanual de 0,1%, después de retroceder 0,2% en abril. Unas cifras preocupantes para el BCE.