Nicolás Massú y Fernando González son grandes amigos y juntos han logrado conseguir hechos históricos para nuestro país. La tremenda hazaña en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 es uno de ellos.

Además, compartieron por años en el equipo de Copa Davis, entregando lo mejor de sí al pueblo chileno.

De hecho, cuando Nicolás se retiró del mundo del tenis, se refirió a González con emotivas palabras.

“El tenis es una carrera egoísta, pero en este universo extraño, de muchos conocidos, Fernando es uno de mis grandes amigos”, dijo.

Sin embargo, la primera que el ‘vampiro’ estuvo frente a ‘mano de piedra’, las cosas no fueron para nada amistosas. Eran dos enemigos separados por una malla.

Corría el año 1995 y ambos se daban cita en la semifinal de la Copa Milo Internacional, en Villa Alemana, el torneo juvenil más importante de nuestro país.

Al encuentro llegó un Massú de 15 años y un ‘feña’ de 14. De inmediato, ambos comenzaron a librar una dura batalla, mientras que en la tribuna se llevaba a cabo una pelea aparte.

La madre del ‘vampiro’, Sonia Fried, lideraba el grupo en apoyo a su hijo, gritando en cada punto, mientras que los González observaban el cotejo en silencio.

“¡Apoyen al Nico, que el otro cabro es importado!”, gritaba la ‘Tía Sonia’ en contra del ‘bombardero de La Reina’, pues en ese tiempo el joven vivía con su familia en Estados Unidos.

En ese momento nació una rivalidad generacional, como la de los argentinos David Nalbandian y Guillermo Coria. Se peleaban todo, hasta los aplausos del público.

“Me da un poco de vergüenza recordar eso ahora, pero con el tiempo ya se ha transformado en una anécdota”, recordó con humor la ‘Tía Sonia’ en el libro Grandes Historias del Tenis Chileno.

Ese partido, el primero que disputaron, dio como ganador a González, quien derrotó a Massú en tres sets.

Esa situación podría haber ocasionado un cierto grado de rivalidad entre ambos, pero los acercó más. El fallecido exdirigente de la Federación de Tenis, Carlos Herrera, apadrinó a ambas promesas, y juntos defendieron a Chile en cuanto torneo juvenil se presentaron.

Fue tal el nivel de amistad, que hasta las familias se unieron. Celebraban cumpleaños juntos y hasta compartieron un Año Nuevo en Miami, invitación que realizaron los padres de Fernando González.

En 1997, fueron destacados como una de las mejores parejas del circuito junior del US Open. De hecho, ganaron ese torneo.

Además, en la temporada 2000, se enfrentaron en la final del ATP de Orlando. Como era de esperar, por su cariño y amistad, ambos no celebraron los puntos.

“Me alegro de ganar el título, aunque por supuesto que lo siento por Nicolás”, cerró Fernando, vencedor en aquella ocasión.