Francia se proclamó campeona por décima vez en su historia en la Copa Davis, superando 3-2 a Bélgica en la final disputada cerca de Lille y que se decidió en el quinto y último punto, ganado este domingo por Lucas Pouille.

El número 18 del mundo se convirtió así en el héroe de los Bleus, con un contundente triunfo en tres sets (6-3, 6-1, 6-0) sobre Steve Darcis, 76º del ránking ATP y que por su efectividad en otros quintos partidos en eliminatorias de este torneo se había ganado en su país el apodo de “Mister Davis”.

Pero esta vez no pudo hacer nada ante Pouille, que tranquilizó pronto a los aficionados locales, con un juego sólido, después de que el número 1 de los galos, Jo-Wilfried Tsonga (N.15) hubiera perdido en el primer partido del domingo ante el visitante David Goffin (N.7) por 7-6 (7/5), 6-3 y 6-2.

La caída de Tsonga

Los franceses, con esa derrota de Tsonga, desperdiciaban la primera oportunidad de conseguir el punto que les hacía campeones, después de que su victoria el sábado en el partido de dobles les hubiera dejado con un 2-1 favorable. Finalmente el objetivo se logró en el quinto punto, a todo o nada.

“No hay nada más bonito que ganar en equipo, con tus compañeros, delante de tu público, tu familia y tus amigos. Vamos a celebrar esto y a disfrutarlo al máximo”, celebró Pouille en los micrófonos de la televisión France 2 instantes después de su victoria.

Francia sumó así su décima Copa Davis, un objetivo que se le escapaba desde 2001. Desde entonces había perdido en tres finales, en 2002 ante la Rusia de Marat Safin, en 2010 contra la Serbia de Novak Djokovic y en 2014, precisamente en Lille, frente a la Suiza de Roger Federer y Stan Wawrinka.

En esta temporada, Francia había comenzado ganando 4-1 en primera ronda ante un Japón mermado por la baja de Kei Nishikori. Después se impusieron como locales a Gran Bretaña (4-1) en cuartos y a Serbia (3-1) en semifinales, aprovechando también las ausencias de las principales figuras de ambos países, Andy Murray y Novak Djokovic.

Pouille, el más joven del equipo (23 años), había sido el encargado de abrir el viernes la final de la Davis, pero entonces perdió en el primer partido ante Goffin. Tsonga y la pareja de dobles (Richard Gasquet/Pierre-Hughes Herbert) habían conseguido luego remontar la eliminatoria.

Tras la derrota de Tsonga ante Goffin el domingo hubo dudas sobre si Pouille o Gasquet iba a ser el elegido, pero finalmente el capitán Yannick Noah optó por la solución lógica, la que marcaba la jerarquía del ránking ATP, y confió en Pouille, que fue superior de principio a fin a Darcis en el decisivo quinto partido, que terminó con fiesta total en el estadio Pierre Mauroy, el moderno recinto multideportivo de Villeneuve d’Ascq, en las afueras de Lille, uno de los orgullos deportivos del Hexágono.

Yannick Noah consigue así su tercer título como capitán de Francia en la Copa Davis, ya que dirigió al equipo nacional en las conquistas de 1991 y 1996.