El tenista sobre silla de ruedas argentino, Gustavo Fernández, es un fiel ejemplo de que en el deporte no existen imposibles. En su participación en Wimbledon, el trasandino dio cuenta de su enorme garra al derrotar al sexto del mundo Alfie Hewett, clasificando a la final del torneo de césped.

Este deportista no conoce el dolor y no teme a lastimarse. De hecho, se arroja en busca de cada pelota como si no estuviese sobre una silla de ruedas, lo que ha generado la admiración del público de Wimbledon.

Esta jornada, el ‘lobito’, número uno del ranking mundial de tenis en silla de ruedas, superó por parciales de 4-6, 7-6 (7-4) y 6-3 al británico Alfie Hewett, y clasificó a la final de este domingo, donde enfrentará al sueco Stefan Olson.

Wimbledon eligió la jugada del tenista argentino como el punto del día.

Gustavo Fernández se cae de su silla, se levanta y sigue jugando.