El partido en que Steve Johnson derrotó a Borna Coric mostró dos caras diferentes del tenis. El primero no podía esconder su emoción tras el triunfo y menos contener sus lágrimas pues sumado al logro deportivo estaba la reciente muerte de su padre, al segundo lo invadió la ira y el descontento por la derrota.

Johnson se dejó caer casi desplomándose sobre la red, días atrás su papá había dejado de existir por lo que el estadounidense decidió rendirle homenaje con su participación en Roland Garros, avanzando por cierto a la tercera ronda tras dicho duelo.

El croata Coric en tanto no entendió lo simbólico del momento para su rival y más allá de como se desarrolló el juego, sorprendió desde el otro lado de la red reventando su raqueta contra el piso tras caer por parciales de 6-2, 7-6 (8), 3-6 y 7-6 (6) mientras enfrente su contrincante lloraba de emoción.