Es su primera experiencia en los Juegos Olímpicos de Invierno y de seguro le será difícil de olvidar. La deportista estadounidense, Emily Sweeney, sufrió una aparatosa caída mientras competía en la prueba de trineo, causando gran conmoción en todo el público presente.

Puede sonar inofensivo, pero para competir en trineo, hay que llenarse de valor. Las velocidades que se pueden alcanzar superan los 140 kilómetros por hora por lo que perder el control del vehículo puede resultar desastroso. Asi lo comprobó la atleta norteamericana, quien a pesar del fuerte impacto pudo ponerse en pie para alivio de los espectadores, que estaban literalmente congelados a la espera de algún signo que confirmará el estado de la deportista.

A su salida del recinto, Sweeney habló con la NBC acerca de su estado. “Estoy muy adolorida y acalambrada. Ahora voy a hacerme una radiografía en la espalda, pero me gustaría tener la última palabra. Agradezco a todos mis seguidores por su apoyo. Es un fastidio, de seguro y sé que soy mejor que esto, pero aquí estamos, estas cosas pasan”.

Finalmente la competencia se reanudó y se confirmaron todos los pronósticos previos. La alemana Natalie Geiseberger, campeona del oro en los Sochi 2014, alargó su reinado tras quedarse con el primer lugar con un tiempo acumulado de 3:05.232 minutos, la siguieron su compatriota Dajana Eitberger, con un tiempo de 3:05.599 minutos y cerró el podio la canadiense Alex Gough con 3:05.644.