volvió como el ave fénix. El snowboarder canadiense Mark McMorris se colgó este fin de semana la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en PyeongChang (Corea del Sur). Un hecho sencillamente increíble, pues 11 meses antes de la competencia el deportista se encontraba al borde de la muerte.

En marzo de 2017, este joven de 24 años sufrió un terrible accidente tras chocar contra un árbol en las montañas de Whistler Backcountry en Canadá.

Como resultado de aquella tragedia, el deportista sufrió una fractura de mandíbula, ruptura de bazo, sangrado interno, tenía varios huesos rotos y un pulmón colapsado.

“Estaba seguro de que iba a morir”, publicó posteriormente el snowboarder a través de las redes sociales, agregando que “nunca volveré a dar por sentado otro día de mi vida en la tierra”.

Sin embargo, meses después, Mark volvió a levantarse cual ave fénix y conquistó una medalla de bronce en estos juegos de invierno, sumando 85,20 puntos en su categoría y repitiendo el tercer puesto que ya había alcanzado en Sochi-2014, informó El País.

Este tremendo logro no pasó desapercibido. La cuenta oficial de Twitter de los Juegos Olímpicos publicó un mensaje con dos imágenes: una donde el deportista aparece en el hospital y otra colgándose la medalla, con la frase “nada es imposible”.