El mundo de la gimnasia en Estados Unidos pasa por uno de los momentos mas críticos de su historia.

Y no es en el ámbito deportivo, donde son una potencia mundial y suelen colgarse medallas doradas en las competiciones donde participan.

Un escándalo sexual remece nuavemente las arcas de la Federación de esta disciplina . Esta vez fue el especialista en trampolín, Andrew Fuller, quien ocupó su Twitter oficial para acusar al director del programa y médico del equipo, George Drew, por abusos mientras vivió en la residencia de deportiva de la cual el doctor estaba a cargo.

El deportista relató el calvario que tuvo que vivir: “Me obligaba a ingerir pastillas contra mi propia voluntad. Me llamó retardado y mono. En ocasiones me hacía a salir a las 6 de la mañana en boxer para recoger leña. Un día desperté después de haber sido drogado y descubrí que me habían tatuado sin mi consentimiento”, detalló.

Fuller puso fin a su estadía luego de descubrir al médico masturbándose frente a otra gimnasta que se encontraba inconsciente por los medicamentos que le hizo ingerir. Actualmente el trampolinista señaló que en la residencia viven 4 deportistas más: “Rezo por su seguridad. George me obligaba a llamarlo papá”. , complementó.

El gimnasta además confesó lo difícil que fue para el hacer pública su denuncia: “Traté de confesar todo pero me sentí más traumatizado por el sistema y el estigma de que los hombres víctimas de abuso debería hacer algo mas por evitarlo”, agregó.

La acusación en contra de George Drew se da una semana después de que el ex medico de la selección estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, fuese condenado por el abuso sexual de mas de 150 niñas a pasar entre 40 a 175 años tras las rejas.

Esto provocó que la Federación de Gimnasia anunciará la renuncia de toda la junta directiva cumpliendo con los requisitos del Comité Olímpico de ese país.