El fin de semana finalizó la cuarta fecha de la Copa del Mundo de ciclismo en pista. El certamen terminó con Nueva Zelanda en lo más alto, seguido de Japón y Ucrania para completar el podio.

La competencia estuvo llena de polémicas por la demora de su remodelación y también por el polvo que existía en el aire productor de lo anterior afecto a los ciclistas en los entrenamientos y en la competencia misma.

Ahora comienza la hora del balance y es por eso que José Manuel Peláez, vicepresidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), dijo a El Mercurio que “es la primera vez que se hace una Copa del Mundo en Chile y se debe cumplir con todas las exigencias de la UCI. Conversé con varias delegaciones y quedaron satisfechos con la hotelería y los traslados, solo fueron pequeños detalles fallidos al inicio, pero que en una próxima ocasión se deben mejorar”.

Peláez es claro en señalar que “la federación chilena puede pedir la sede para el 2018”, pero adelanta que tendrá competencia de otras ciudades americanas.

Eso sí, señala que “el balance es positivo. Lamentablemente, lo que pasó es algo característico de todos los latinos, que hacemos las cosas a última hora, pero cuando hablamos de un evento mundial, de otras culturas, muchas organizadas, nosotros tenemos que aprender y cumplir como ellos acostumbran”.

Por otra parte, Elías Tello fue el único chileno que compitió en la categoría Omnium y terminó antepenúltimo. “Mantengo las críticas a los dirigentes y creo que no hemos sido muy apoyados. Hay que planificar más y mejor. Ojalá esto sirva para aprender en el futuro cercano. Es un gusto competir contra las potencias y dar cara”, dijo el ciclista.