El turco Ramil Guliyev acabó con el sueño de Wayde Van Nierkerk al ganar este jueves la final de 200 metros del Mundial de Londres-2017, evitando que el sudafricano lograra el doblete, después haber logrado el oro en los 400 metros.

Guliyev, de 27 años, nacido en Azerbaiyán y que compite con Turquía desde 2011, se impuso con un tiempo de 20.09, mientras que Van Niekerk fue plata con 20.11, siendo el bronce para Jereem Richards, de Trinidad y Tobago, también con 20.11.

Guliyev, que no estaba esta temporada entre los diez mejores del ránking de la distancia, tenía hasta ahora en su carrera una plata en el Campeonato de Europa de Ámsterdam el pasado año en 200 metros.

El botsuano Isaac Makwala, plusmarquista del año (19.77), el favorito del público, que se había ganado el cariño de los aficionados, después de que la IAAF le impidiera correr en un principio por una enfermedad infecciosa, para después ser repescado permitiéndole correr en solitario para clasificar a semifinales y a la final, solo pudo ser sexto (20.44).

Para Van Nierkerk, esta plata tiene sabor a derrota, cuando era el favorito para ganar el doblete de títulos de 200 y 400 metros.

De este modo, el estadounidense Michael Johnson, que había sido desposeído el año pasado en Rio-2016 por Van Niekerk del récord del mundo de 400 metros, que tenía desde hacía 17 años, seguirá siendo el único atleta en haber logrado el doblete de las dos distancias, en el Mundial de Gotemburgo (Suecia) en 1995 y en los Juegos de Atlanta de 1996.

Van Niekerk también estaba etiquetado en este Mundial para ocupar el espacio mediático dejado por el jamaicano Usain Bolt, que se retira tras este Mundial, pero para ello tenía que lograr el doblete que no ha conseguido.