El escenario es la pista. Una exponente, la artista. El deslice por el piso un camino de saltos y giros perfectos. La belleza en minutos al ritmo de la música. El público magnetizado en presencia de una obra. Y no cualquiera. Un deporte: el patinaje artístico sobre ruedas.

Los que los practican lo pueden describir de mejor manera. Los patines encandilan a niños y niñas en todo el mundo. De manera aficionada o profesional. Chile no es la excepción.

“Es un deporte arte, súper femenino y que cuando uno está arriba de los patines te da la sensación de mucha libertad, que es como volar prácticamente”, cuenta desde Italia la patinadora nacional Francisca Cabrera Antoine (30) en conversación con BioBioChile.

La santiaguina es la más indicada para hablar de este deporte. Su trayectoria la avala. Ha dejado el nombre del país en lo más alto desde que era una niña. El Mundial Júnior de principio de la década pasada es uno de sus mejores recuerdos. Con sólo 13 primaveras, el undécimo lugar en ese certamen era recién el comienzo.

Apoyada por su familia, querida por sus amigos y acompañada por un capacitado equipo de trabajo, la ‘Fran’ entrena sin parar en búsqueda de sus objetivos.

Con diez mundiales en el cuerpo, siendo el de Cali 2015 su mejor participación (terminó novena), la especializada en la categoría senior modalidad libre va otra vez por una nueva aventura, aunque no es la única.

Los World Roller Games en Nanjing, China, es una de las tantas competencias que tiene para el segundo semestre de este año. La meta es quedar dentro de las diez mejores.

Para eso el entrenamiento ha sido duro, tanto en Chile, Argentina como en Italia. Lleva un mes en el país de la bota, donde se ha codeado con las mejores del orbe.

Pronto estará en Chile para seguir con su preparación. Las niñas del Club Quetzal de La Pintana la esperan. Enseñarles es su trabajo. La ven como una referente. El año pasado se sintieron orgullosas al enterarse de la medalla de oro conseguida por su profesora en el Panamericano de Porto Alegre.

“Fue un gran triunfo que me dejó muy contenta. Definitivamente, es mi gran logro”, confiesa.

La presentación en ese 25 de junio fue brillante. Al son de la ‘Sirena’ (música que utiliza en su programa largo) superó a las argentinas Ailen Barrios y Elizabeth Soler, esta última campeona en los Panamericanos de Guadalajara 2011.

Alejada del márketing deportivo y en silencio, la mejor patinadora artística de 2016 según el Círculo de Periodistas Deportivos apuesta a seguir por el camino que forjó desde su infancia, ese que le permitió “volar” en búsqueda de sus sueños y que hoy la tienen compitiendo dentro del más alto nivel.

¿Cómo llegó el patinaje artístico a tu vida? ¿Qué fue lo que te motivó a dedicarte a este deporte?

Una vez, cuando tenía cuatro años, fuimos con mis padres, tíos y primos a arrendar patines en Algarrobo. Ahí practiqué y me enamoré de la sensación. Fue un amor a primera vista. Me hice un poco adicta a esa sensación cuando chica. Mis papás eran súper aprensivos, así que no querían mucho que patine. A mi prima le regalaron unos patines, que finalmente los heredé yo y gracias a eso aprendí patinar. Como vieron que no me costaba mucho me metieron a un taller del colegio y luego al Club San Miguel.

¿En qué consiste la modalidad en que compites?

Mi modalidad (libre) consiste en la ejecución de varios elementos técnicos, compuestos de saltos, trompos y trabajos de pisos. Compite en dos ejecuciones: una es un programa corto que vale un 25 % del total, el cual es sumamente importante porque los seis elementos están establecidos, y es el programa que te clasifica al largo, entonces depende un poco de cómo te encasillan en el corto para saber cómo se va a definir en el programa largo.

¿Qué significó para ti haber ganado el oro en el Panamericano de Porto Alegre?

El oro Panamericano de Porto Alegre es mi mejor resultado; fue muy importante para mí, porque Chile no lo había alcanzado. Siempre los Sudamericanos o Panamericanos específicos son muy difíciles porque van cinco por país y está Argentina que es el segundo más importante a nivel mundial, por lo que haber podido ganarles a todas fue un gran triunfo.

¿Por qué estás en Italia en este momento ¿Estás radicada allá?

Yo vivo en Chile, viajo bastante a Argentina y una o dos veces al año a Italia para mejorar más técnicamente, ya que son los países potencias y los que están siempre innovando y viendo todos los cambios.

Específicamente, ¿desde cuándo estás en Italia y para qué campeonatos te preparas?

Estoy en Italia desde el 6 de mayo haciendo unas copas internacionales como preparación para los Worlds Games, Sudamericano, el Mundial y los Juegos Bolivarianos de este año. Participé en la Copa alemana y entrené con Luca Lallai, quien es parte de mi staff técnico. Después fui nuevamente a Alemania para hacer un stage internacional, que es un evento donde muchos patinadores del mundo van a entrenar con preparadores de España, Italia, Alemania y algunos de Portugal, donde todos van dando un feedback de lo que van viendo de las coreografías, así que es bastante interesante. Además, me pidieron hacer una exhibición en la gala de cierre del stage junto a los campeones del mundo Rebecca Tarlazzi y Luca Lucaroni, y el campeón europeo juvenil Pau García.

¿Podrías describir un día habitual tuyo cuando estás de entrenamiento?

Cuando estoy en Chile mi día parte habitualmente a las seis y media de la mañana, donde desayuno y preparo mis cosas. Luego me traslado hasta el estadio de La Pintana, con media hora entro en calor y parto a entrenar generalmente a las ocho. Entreno dos horas de técnica. En este periodo practico más que nada las coreografías. Luego me saco los patines, elongo y me voy para mi casa. Saco a pasear un ratito a mi perro ‘Max’. Después almuerzo y me voy a dar clases de patín. Al final del día, a los ocho y media, hago una hora de preparación física. Después vuelvo a mi casa y me acuesto.

Y cuando estás en Italia, ¿tus entrenamientos son más intensivos?

Sí, en Italia mis entrenamientos son más fuertes. Todo es temprano. Entreno con Luca de ocho y media a diez de la mañana. Luego almuerzo y descanso un poco. En la tarde hacemos dos horas de entrenamientos con un grupo de cuatro deportistas y después de eso me voy a descansar.

¿Cuál es tu competencia más próxima? ¿Qué objetivos tienes en ella?

La próxima semana viajamos el 17 a Mar del Plata al Sudamericano, donde espero conseguir un podio. Este año es un poco más difícil porque Argentina está de local y lleva mucho público, así que hay que patinar al 100 % para lograr una medalla para Chile.

Francisca Cabrera | cedida
Francisca Cabrera | cedida

Para tus siguientes torneos, ¿intentarás subirte al podio también?

Después en julio tengo los World Games; allí clasifiqué séptima y entramos ocho, así que el objetivo es estar dentro de las cinco primeras. Después tengo el Mundial en China a fines de agosto y principios de septiembre, en donde espero estar en el top-ten nuevamente. Y en noviembre los Juegos Bolivarianos, donde la idea es tratar de conseguir un oro.

Entrando al ámbito económico, ¿has tenido problemas de financiamiento para dedicarte a este deporte?

La verdad es que he tenido muchos problemas para poder desarrollar este deporte, todo ha sido muy a costa de mis papás. A mí recién el año pasado después de ganar el oro Panamericano me empezó a apoyar el gobierno con la beca Proddar, por eso siempre tengo que trabajar con mis niñas en los clubes, sino es imposible desarrollar el patinaje artístico al más alto nivel, ya que necesitamos coreógrafos, técnicos, preparadores físicos y todo eso es carísimo.

En tus viajes al extranjero, ¿recibes algún aporte?

ADO me apoya con algunas de las preparaciones que hago afuera, que son generalmente los concentrados en Italia, pero todas las veces que voy a Argentina, unas cuatro a cinco al año, debo hacerlo con mis propios recursos. Es un costo pesado a nivel económico, pero es lo que me hace feliz, no me molesta trabajar arduamente para poder pagar todo lo que necesito para rendir bien después.