La velocista estadounidense Brianna Rollins, campeona olímpica en los 100 metros vallas en Río 2016, fue suspendida un año por incumplir un control antidopaje por una presunta falta de localización, anunció la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA).

El inicio de la suspensión de Rollins se ajusta retrospectivamente al 27 de septiembre de 2016, última fecha de tres controles fallidos, sin que esto afecte su título olímpico.

La prohibición la mantendría fuera del Campeonato del Mundo de la IAAF en agosto próximo en Londres.

La USADA dijo en un comunicado que la atleta de 25 años recibió tres “fallos de localización” en el transcurso de 12 meses, lo que constituye una violación de las reglas de dopaje.

Rollins completó ocho pruebas fuera de competición a lo largo de 2016 y no dio positivo.

También pasó los ocho exámenes de drogas en la competencia en que participó el año pasado. Pero no estuvo disponible para las pruebas el 27 de abril, el 13 de septiembre y el 27 de septiembre, por razones que aparecen en el informe escrito por el panel de la Asociación Americana de Arbitraje, que escuchó su apelación sobre la base de que fue “una confusión”.

Una declaración emitida por sus representantes dijo que al menos una de las pruebas perdidas fue el resultado de la confusión sobre el programa informático utilizado para dar el paradero a los oficiales de pruebas de drogas.

Si bien el Grupo Especial constató que efectivamente había ocurrido una violación, en su decisión por escrito señalaron que el caso implicaba “la imposición de una sanción grave a un atleta brillante que no es acusada o sospechosa de usar sustancias prohibidas de ningún tipo”.

“Esta es una primera ofensa, luego de haber pasado pruebas (antidopaje) con frecuencia durante años, y tiene un registro perfecto sin drogas, tanto dentro como fuera de la competencia”, dijo el panel sobre el caso de Rollins.

“Sus pruebas limpias incluyeron una fuera de competición el 3 de mayo de 2016 (seis días después del Incidente Uno) y una prueba fuera de competición el 14 de octubre de 2016 (31 y 17 días, respectivamente, después de los Incidentes Dos y Tres)”.

Los árbitros indicaron que dos de las violaciones se produjeron después de la victoria de Rollins en Río, cuando viajó a su estado natal de Florida para recibir un homenaje, y luego en otro, cuando fue recibida por el presidente de Estados Unidos Barack Obama, honores que “podrían razonablemente distraerla de sus responsabilidades cotidianas (aunque importantes)”.

Ellos dictaminaron que Rollins había mostrado “un grado menor grado de culpa” y por lo tanto aplicaron una suspensión por un año solamente, la pena menor para estos casos.

Rollins aceptó su responsabilidad y se mostró arrepentida de perder la temporada al aire libre 2017.

“Acepto la responsabilidad total por los errores que han llevado a mi suspensión, y estoy decepcionada de que voy a tener que perder esta próxima temporada al aire libre, como resultado de mi confusión sobre cómo funciona el programa de paradero”, dijo en un comunicado.

“Siempre he sido y continúo siendo una partidaria de USADA y su lucha por mantener limpio nuestro deporte, y seguiré haciendo mi parte para demostrar que el éxito puede lograrse sin tomar atajos”, añadió.