Argentina perdió ante Egipto (31-26), este miércoles en París en la cuarta fecha de la llave D del Mundial de Balonmano, y dijo así adiós a toda posibilidad matemática de acceder a los octavos de final, cuando aún les resta un partido ante Baréin.

Los Gladiadores, que cuentan por derrotas sus cuatro partidos disputados, no suman ningún punto a falta de un partido para el final de la fase de grupos, mientras que Egipto se escapó con 6 unidades, y Qatar cuenta con cuatro, únicas selecciones a las que podía dar alcance Argentina.

Los hombres de Eduardo Gallardo fueron siempre por detrás en el marcador, salvo cuando Federico Fernández y Sebastián Simonet llevaron el marcador del 3-1 al 3-3, y los posteriores 4-4 y 5-5, pero fue sólo un espejismo y Argentina llegó al final de los primeros 30 minutos con una desventaja de tres goles (10-13).

En la segunda mitad, Argentina volvió a adolecer de la falta de pegada, incuso errando dos disparos desde los 7 metros, y de la debilidad defensiva que ha mostrado a lo largo de todo el torneo, para acabar sucumbiendo por cinco goles.

Argentina y Egipto son fijas en todos los Mundiales desde 1997, pero la suerte nunca les había emparejado en la máxima competición por selecciones. La única que vez que se vieron las caras en partido oficial fue en 1992, en el Mundial B (19-19).

En sendos amistosos el pasado verano, Argentina empató un partido y ganó el otro, por lo que esta derrota es la primera de Argentina ante los ‘Faraones’, pero llega en el momento más inoportuno.

Argentina se medirá el viernes a Baréin, a priori el rival más débil de la llave, pero para entonces sólo estará en juego el honor entre ambas selecciones.