La selección argentina de rugby cayó este sábado (57-22) ante los All Blacks neozelandeses en partido correspondiente a la tercera fecha del Rugby Championship, disputado en Hamilton (Nueva Zelanda).

Los Pumas argentinos perdían por sólo cinco puntos al descanso (24-19) ante los vigentes doble campeones del mundo, pero los All Blacks impusieron su jerarquía en una segunda mitad en la que aplastaron al combinado ‘albiceleste’.

Nueva Zelanda, que anotó ocho tries, firmó así su tercera victoria consecutiva en el torneo entre las grandes naciones del hemisferio sur, y son la única selección que no conoce la derrota en la competición.

Los Pumas, por su parte, se quedan con dos derrotas y un triunfo, ante Sudáfrica, en las tres fechas disputadas.

En el minuto 50 de partido, los Pumas perseguían muy de cerca a los All Blacks (24-22), gracias especialmente a la calidad en el golpeo de Nicolás Sánchez (5 penales), y a un try del wing Santiago Cordero en el tercer minuto de partido.

Con el lesionado Guido Petti sustituido por Leonardo Senatore, los Pumas llegaron a soñar con un triunfo histórico en esos momentos.

Pero en la última media hora de choque los hombres de Daniel Hourcade se vieron ampliamente superados por la mejor selección del mundo, que con tres nuevos tries, dos de ellos del centro Ryan Crotty, que fue la única novedad en el equipo titular, acabó con las esperanzas argentinas.

Máquina perfecta

El técnico de los All Blacks, Steve Hansen, ha reconstruido con maestría una perfecta ‘máquina de guerra’ que quedó mutilada luego de las retiradas internacionales de Dan Carter o Richie McCaw después de coronarse campeones del mundo.

Con 14 victorias consecutivas, y una gira por el hemisferio norte a la vista, primero en Estados Unidos, y después en Europa, la nueva generación neozelandesa podría establecer nuevos records y marcar una nueva era en la que ostenten la hegemonía indiscutible en el rugby mundial.

Pese a mostrar coraje, los Pumas siguen sin ganar a los All Blacks (22 derrotas y un empate). Los locales habían mostrado sus reservas respecto al juego violento de los argentinos, unos temores que se demostraron infundados a tenor del poco trabajo para el colegiado en la señalización de infracciones.

El otro partido de esta jornada lo disputan Australia y Sudáfrica en la ciudad australiana de Brisbane (Australia).