El entrenador de Universidad Católica, Mario Salas, no ocultó su decepción tras igualar 1-1 ante O’Higgins en Rancagua. Un duelo en el que su equipo nuevamente no tuvo un buen juego, pero que estaba ganando con gol de Sebastián Jaime hasta el cuarto minuto de descuento, cuando un cabezazo del goleador Pablo Calandria decretó el empate para el local.

Tras el encuentro, Salas indicó que fue “muy amargo por cómo se dio el empate. Si uno puede hacer un análisis por cómo se dio el partido y las ocasiones de gol, quizás era para un empate, pero la forma en que se da nos deja una sensación muy amarga”, agregando que “la amargura es que haya sido en el último minuto y a través de una pelota detenida“.

El DT profundizó en el tema, señalando que “fuimos un equipo que no tuvo mucha posesión de balón y en muchos pasajes del partido no hicimos nuestro fútbol producto de la buena marcación de O’Higgins. No nos sentimos cómodos en ningún momento dentro del campo de juego”, por lo que “el triunfo era un premio grande para nosotros”.

Un tema que generó molestia en el entrenador fue la expulsión de Diego Bounanotte, refuerzo de los cruzados que ingresó a los 77 minutos y fue expulsado a los 85′. “De repente hay que jugadores que vienen de lesiones muy largas o suspensiones y la misma ansiedad los traiciona. En esos pocos minutos en que estuvo Diego nos dimos cuenta que será un jugador importante. Lo que más amargura deja la expulsión es que nos cambia la idea y el sistema de afrontar los últimos minutos” sostuvo.

De todas maneras, Salas fue crítico con el hecho de tener una recibir una nueva tarjeta roja, luego de la de David Llanos en la primera fecha ante Cobresal. “En el fútbol actual jugar con un hombre menos es muy difícil, lo que queda patentado para Universidad Católica en los dos últimos partidos. Nosotros no podemos seguir dando estas licencias y seguir jugando de estar forma con un hombre menos. Debe haber un análisis y un autoanálisis por parte de los jugadores” cerró.