La jornada de jueves quedó marcada por el cruce de versiones respecto a la sanción que FIFA aplicó a Bolivia, tras la inscripción inadecuada del defensor paraguayo nacionalizado Nelson Cabrera para los duelos ante Perú y Chile, correspondientes a las Clasificatorias Sudamericanas para Rusia.

Fue el propio presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Rolando López, el que señaló en conferencia de prensa que FIFA se había retractado de la decisión de sancionarlos con la resta de los puntos conseguidos en los encuentros antes mencionados y que terminaron siendo asignados a peruanos y chilenos.

“Los puntos se nos han restituido y todo queda tal como está” aseguraba López a los medios, a la vez que daba a conocer que la situación había sido informada por FIFA por medio de una carta que señalaba en su primera página que “nos hemos percatado que se produjo un error manifiesto en lo referente a los recursos legales”.

Como es sabido, FIFA rápidamente reaccionó en redes sociales para desmentir que el fallo haya sido modificado respecto a la asignación de puntos a peruanos y chilenos, manteniendo el castigo para el seleccionado ‘altiplánico’.

Pero ¿cómo surge el ‘enredo’ de la directiva boliviana? Según el diario ‘La Razón’ de ese país, esto se debió a que López interpretó mal el contenido de la primera página de la carta y, además, no consideró el resto de la misma, donde se establece que el cambio en el fallo apuntaba a que éste si era posible intentar revertirlo ante la Comisión de Apelación de FIFA, a diferencia de lo señalado en un inicio donde se establecía que no existía otra instancia para recurrir a la decisión.

El medio tuvo acceso a la totalidad del documento enviado a la federación boliviana, en el que se puede observar que en las otras páginas se aclara específicamente que “solo la decisión motivada, de ser solicitada, podrá ser objeto de apelación ante la Comisión de Apelación (art. 118 ss. Del Código Disciplinario de la FIFA)”.

A partir de esta interpretación equivocada de López, se desataron reacciones en todo el continente, las que posteriormente se vieron aplacadas con la confirmación de FIFA de que el castigo se mantiene sin cambios, pero ahora suma una nueva posibilidad de apelación para la dirigencia boliviana. Un gran ‘enredo’ por falta de comprensión lectora, en una novela en la que todavía restan capítulos por observar.