La semana pasada el término del partido entre Perú y Colombia, válido por las Clasificatorias a Rusia 2018, despertó una polémica que fue creciendo a nivel Mundial.

Y es que luego de conocer los resultados de Chile y Paraguay, incas y cafetaleros se dedicaron a no atacar más su rival, teniendo en cuenta que el empate le servía a ambos: a los primeros para ir al repechaje, y a los segundos para acceder de manera directa a la cita planetaria.

“Pacto de no agresión”, “antiético”, “antideportivo” y “hay que reclamar”, fueron algunas de las frases que saltaron inmediatamente a la palestra entre los fanáticos locales. Otros, más calmados, señalaron que la suerte de La Roja ya estaba sentenciada y que no había que buscar por escritorio lo que no se logró en la cancha.

Pero eso no fue todo. Muchos también recordaron lo sucedido un 29 de abril de 2016 en el fútbol chileno. Más aún, luego que el peruano Renato Tapia admitiera que “ellos sabían cuál era la situación en los otros partidos, y se manejó el partido como se tuvo que manejar”.

¿Y qué ocurrió en la fecha antes citada? por el balompié local se midieron Deportes Antofagasta y San Luis de Quillota en el norte de Chile. Ambas escuadras llegaron luchando para no perder la categoría, en una pelea que también estaba dando San Marcos de Arica.

Captura CDF
Captura CDF

Tras un intenso primer tiempo que acabó 1 a 1 en el estadio Calvo y Bascuñán, ‘pumas’ y ‘canarios’ se dieron cuenta que con su igualdad quién bajaría a la ‘B’ sería el elenco ariqueño (había caído 2-3 con Palestino). Así, el segundo lapso fue un trámite. No se exagera si se dice que -probablemente- fueron los peores 45 minutos de fútbol en la última década en nuestro país.

Sin presionar, ni molestarse, los planteles se iban prestando el balón para rotar en su sector defensivo. El tema causó tanta molestia, que hasta los propios fanáticos comenzaron a pifiar rotundamente el pobre espectáculo que estaban viendo.

Los improperios se fueron multiplicando. Sin embargo, hubo un futbolista que rompió con este molde y, ante la pasividad de sus compañeros y rivales, prefirió no seguir jugando.

Se trata de Hugo Droguett. El zurdo, con evidente molestia, pidió ser sustituido y su entrenador lo comprendió. Al salir, el jugador fue ovacionado por los presentes en el reducto deportivo, mientras él se encaminó directamente a camarines.

Una vez terminado en el partido, Droguett, si bien no quiso profundizar, no ocultó lo ocurrido: “Todo el mundo lo vio y no hay nada más que decir”, declaró.

“No voy a entrar en detalle de lo sucedido porque ya pasó y nosotros ganamos la permanencia en cancha”, agregó.

Eso sí, el también ex seleccionado chileno puntualizó que “me molestó la forma en que se dio todo, no me había tocado vivir esa situación”.

Ese día San Marcos descendió. Antofagasta y San Luis avergonzaron, mientras que Droguett con su gesto entregó una gran enseñanza: nunca romper la verdadera esencia del deporte, competir e intentar ganar.