La Bundesliga decidió este jueves mantener el sistema de videoarbitraje (VAR) tras esta primera temporada de pruebas y votó en contra de que los clubes alemanes puedan estar en manos de inversores mayoritarios.

Pese a un inicio de temporada caótico, el VAR ha entrado a formar parte del campeonato alemán y el número de polémicas creadas por el videoarbitraje ha descendido, con respecto al inicio de curso, a medida que los árbitros de video intervienen con menos frecuencia y se concentran en acciones “evidentes”.

Esta decisión, aprobada con solo una abstención por los 18 clubes de la Bundesliga, llega después de que el pasado 3 de marzo la International Football Association Board (IFAB), organismo garante de las reglas del fútbol, autorizase el uso del VAR en todas las competiciones.

Por otra parte, la asamblea general de la Bundesliga votó a favor de la llamada regla del “50+1”, que obliga a la asociación fundadora de un club a poseer al menos el 50% más una acción del capital, impidiendo así que puedan ser controlados por un gran inversor o un mecenas.

La propuesta de acabar con esta ley, lanzada por el director general de la Liga (DFL) Christian Seifert, chocó frontalmente con las asociaciones de aficionados, directamente asociadas a la gestión en la mayoría de los clubes del país, entre ellos los dos más ricos, Bayern München y Borsussia Dortmund.

La regla, de hecho, tiene algunas excepciones que permiten a un inversor tomar el control del club si lo ha apoyado sin interrupción durante más de dos décadas.

Gracias a esto, empresas como Bayer y Volkswagen controlan el Leverkusen y Wolfsburgo o el millonario Dietmar Hopp puede ser el propietario de Hoffenheim.

Sin embargo, algunas voces, entre ellas la DFL, habían alertado sobre la pérdida de competitividad de los clubes alemanes con respecto a muchos otros del resto de las grandes ligas europeas, sobre todo con aquellos que han pasado a ser propiedad de un millonario o de potentes grupos inversores.