A pesar de que vaya en contra de las buenas costumbres deportivas, la picardía en el fútbol siempre ha estado presente. Ya sea haciendo tiempo con los pasapelotas, calentando al rival o provocando la expulsión, en muchos casos la viveza de los jugadores rinde frutos y termina favoreciendo al equipo.

En Chile tenemos muchos ejemplos, como la famosa acción de Gonzalo Jara contra Edinson Cavani que le costó la expulsión, pero sin duda la imagen que quedó en la retina de todos en el último tiempo fue la de Bryan Carrasco cuando defendiendo a la selección por el Sudamericano Sub 20, se autoagredió para provocar un tiro libre a favor del conjunto nacional. El ingenio fue tal, que alrededor de todo el mundo festinaron con el recurso del chileno.

Siete años después de aquella jugada, en el fútbol español se vivió algo muy parecido, aunque con distinto resultado. Valencia y Sevilla jugaban un partido trascendental en vista a la clasificación para la Champions League del próximo año. Cuando el partido se inclinaba a favor del conjunto valenciano por 1-0 , el italiano Simone Zaza perseguía a Franco Vazquez en la mitad del campo.

Lo que vino después quedará como uno de los intentos más insólitos de engañar al árbitro. Viendo que ya no le daría caza al argentino, Zaza literalmente cabeceó el codo de su rival para luego simular un golpe, deteniendo su marcha y esperando la reacción del árbitro, que ni se dio cuenta. Finalmente esta acción no fue necesaria para abrochar el triunfo ya que el Valencia terminó llevándose tres puntos vitales del Mestalla tras ganar por 2-0.

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Revive acá la ‘jugada’ de Bryan Carrasco: