El fútbol holandés siempre ha sido cuna de delanteros elegantes. Johan Cruyff, Marco Van Basten y Dennis Bergkamp son el claro ejemplo. De la última camada de futbolistas, el nombre de Robin Van Persie destaca por sobre el resto. El exjugador del Arsenal es el goleador histórico de los tulipanes con 50 goles y a sus 34 años sigue rompiéndola en la liga local.

Antes de ser reconocido mundialmente tras sus pasos por el Arsenal, Manchester United y Fernerbahce, Van Persie inició su trayectoria en el club de sus amores, el Feyenoord. Tras su largo periplo en el exterior, el club anunció la vuelta del hijo pródigo, quien rápidamente comienza a responder a las expectativas puestas en él.

Ni en el mejor de sus sueños, el delantero holandés imaginó cómo sería su regreso goleador con la camiseta del Feyenoord tras 14 años rompiendo redes en el extranjero. Se jugaba el último tramo del partido frente al Groningen, cuando el entrenador Giovanni Van Bronckhorst decidió el ingreso de su excompañero en la selección holandesa.

Como si nunca hubiese dejado los colores, Van Persie tardó un minuto para demostrar que el primer amor no se olvida. En su primera jugada recibió un balón de espalda, descargó y armó una gran pared para quedar de frente al arco. Con un sutil toque, el holandés se quitó un rival de encima y sin pensarlo dos veces se despachó un zurdazo que se coló en las redes, desatando la algarabía de los hinchas y sus compañeros.

Fue el tanto que cerró la goleada por 3-0 del Feyenoord. Recordemos que este fue el cuarto partido de Van Persie desde su regreso al fútbol holandés, todos ingresando en los segundos tiempos.

A continuación te dejamos con el golazo