Una ingeniosa defensa. Los abogados de Paolo Guerrero debieron recurrir a las momias y al testimonio de un arqueólogo para reducir el castigo del delantero peruano (de un año a seis meses) impuesto por la FIFA.

Resulta que los abogados usaron como ejemplo a tres momias halladas en la cordillera de los Andes en 1999. Con ello probaron que la sustancia (un metabolito de cocaína y presente en la hoja de coca) puede permanecer años en el cuerpo de una persona, incluso siglos.

“Me ayudó a componer los argumentos de la defensa. Por sí mismo no sería decisivo, pero en todas las otras pruebas era valiosa”, dijo el abogado Bichara Neto al medio brasileño UOL.

Con ayuda de un arqueólogo la defensa pudo concluir que el metabolito benzoilecgonina había permanecido durante todo ese tiempo en el cuerpo de las momias.

De hecho, a una de las momias se le detectó una cantidad importante de benzoilecgonina, la misma sustancia encontrada en Guerrero, lo que significa que masticó hoja de coca hace unos quinientos años atrás.

Pese al castigo, el jugador podrá participar con Perú en el Mundial de Rusia 2018. Sin embargo, los abogados de Guerrero acudirán al TAS para eximir de castigo al delantero.