“¡Este era el delincuente que según dicen ustedes era mi hijo!”, zanjó este martes con ira Rafael Peña señalando el ataúd de Énder, uno de los dos jóvenes futbolistas muertos en protestas contra el presidente Nicolás Maduro.

Plantado frente a las cámaras, se dirigió a los militares que según él mataron al muchacho de 19 años, el pasado domingo en la ciudad de San Cristóbal, durante una manifestación contra la elección de una Asamblea Constituyente convocada por Maduro.

“Asesinos es lo que son, y que vengan por mí, al fin y al cabo ya que me importa”, añadió Peña, de 54 años, con una camiseta de Énder colgada en el brazo izquierdo, la aurinegra de Lotería del Táchira, donde jugaba en las categorías juveniles.

Peña murió de un disparo en el abdomen durante choques entre manifestantes y militares, que se desataron cuando protestaba cerca de un centro electoral.

Su caso se sumó al de Gustavo Leal, de 18 años y jugador de las inferiores del Puente Real, baleado el viernes último en una barricada también en proximidades de un puesto de votación en San Cristóbal, capital del estado Táchira (fronterizo con Colombia).

“Muerto en vida”

Los equipos enlutados alimentan la cantera del Deportivo Táchira, uno de los clubes de mayor tradición del país que lamentó ambas muertes, al igual que la Asociación Única de Futbolistas Profesionales.

Peña fue velado en su humilde vivienda de San Cristóbal, y sus exequias terminaron empañadas por la violencia. Desconocidos realizaron disparos cerca de la iglesia donde se ofició la misa, provocando pánico entre los asistentes, según imágenes que circularon en redes sociales.

El dolor del padre era más que intenso, pues ya había perdido otro hijo.

“No tenía sino dos hijos. Al primero me lo mataron hace cinco años. En este momento estoy muerto en vida. Hagan lo que les dé la gana”, afirmó el hombre, retando una vez más a los militares.

Las protestas opositoras, que exigen la salida de Maduro del poder, dejan unos 125 muertos en poco más de cuatro meses. Solo el domingo, durante la votación de la Constituyente, se cobraron la vida de diez personas.

Énder “quería un cambio para Venezuela. Desgraciadamente aquí no tenemos un gobierno, lo que tenemos es un poco de asesinos”, subrayó el padre.