La reacciones de Alexis Sánchez en los últimos partidos del Arsenal, donde ha dejado un ver su frustración con llamativos gestos, han generado múltiples reacciones de hinchas y medios, algunas de ellas en un tono crítico contra el delantero.

Un ejemplo de lo último se puede observar en el diario inglés Daily Mirror, donde en una extensa columna firmada por Jack Lang apuntan contra la molestia de Sánchez en el duelo ante Swansea, donde dejó en claro su enojo por ser sustituido faltando 10 minutos de juego y lanzó sus guantes al piso, tal como en el duelo anterior por Bournemouth.

Lang ‘define’ a los guantes de Sánchez como “las últimas estrellas de dos emocionantes producciones. En Bournemouth, fueron golpeados contra el suelo en una muestra de frustración existencial. Luego, este fin de semana, fueron rechazados con disgusto cuando su dueño fue sacado prematuramente”, agregando que “no se sabe dónde aparecerán, pero cada vez es más obvio que los guantes de Sánchez son el equivalente en la Premier League del ‘Arma de Chejov’: si notas que los lleva en la primera mitad, puede estar seguro de que están siendo lanzados con algún efecto dramático en el segundo”.

El columnista sostiene que “después del empate de 3-3 con Bournemouth, la rabia del chileno fue permisible. El Arsenal había hecho eso muy Arsenal de jugar muy mal y luego jugar muy bien por el tiempo suficiente para demostrar que podría haber ganado si lo hubieran hecho desde el principio. Estaba molesto de haber perdido dos puntos en la carrera por el título. Probablemente estaba molesto porque Olivier Giroud había decidido realizar la celebración del año cuando aún había un partido por ganar“.

Pero la situación cambió tras la reacción contra Swansea, cuando el partido ya estaba 4-0 y el tocopillano había marcado. “El partido estaba ganado y él junto a Mesut Özil estaban siendo preservados para futuros desafíos” indica el texto, destacando que mientras Özil aceptó la decisión de Wenger, Sánchez “miró furioso a su entrenador y los guantes se fueron volando antes de que finalmente se sentara en el banco de suplentes, resoplando bajo un abrigo, mostrando que estaba demasiado molesto”.

Lang apunta fuerte al señalar que la reacción estaba planificado. “Ésto no fue sólo frustración, sino una demostración pública y deliberada de ella, similar a la no celebración de los jugadores que anotan contra sus antiguos clubes”, además de ironizar que próximamente en la televisión se verán “escenas de ‘Visiblemente Furioso: la historia de Alexis Sánchez’. ¡Chicos, mírenme! ¡Tengo emociones!”.

Ya más en serio, la columna sostiene que hasta ahora, la explicación siempre fue que “Sánchez ‘simplemente ama jugar’, lo que es indudablemente cierto. Ha regresado en innumerables veces de partidos internacionales en Sudamérica el jueves por la noche para terminar jugando un sábado (…) Tienes la sensación de que él jugaría directamente desde el avión si las circunstancias lo exigieran”, pero cierra apuntando que “sin embargo, parte de ser un futbolista profesional es saber cuándo descansar. Sánchez puede ver su carrera como una versión deportiva de ‘Máxima Velocidad’, pero a veces tienes que quitar el pie del acelerador“.