Osama Abdul Mohsen se hizo mundialmente conocido cuando evadía un control policial en la localidad de Roeszke, en Hungría, pues huía de la guerra en Siria. En aquella instancia una periodista húngara le hizo una zancadilla generando bastante rechazo por la acción.
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Luego de este incidente, el sirio fue acogido por la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol (Cenafe), para que trabajara por las mañanas realizando labores administrativas y para que ayudara a los profesionales en la tarde con algunos equipos de niños.
Un año después de ello, la Cenafe decidió no renovarle su contrato en el mes pasado, debido a la incapacidad de Osama para aprender castellano, condición que le habían puesto para que se quedara con el trabajo.
Desde la organización aclararon la situación, que se debe estrictamente a cuestiones profesionales, según expone Miguel Ángel Galán, presidente de la Cenafe.
“En febrero de 2017 sería reintegrado a la escuela si logra aprender el idioma“, remarca el medio Sport, puntualizando además que los gastos de vivienda seguirán corriendo por cuenta de la entidad hasta el próximo año.
