El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que hasta ahora se había pronunciado a favor de un Mundial con 40 selecciones, confirmó que defiende uno “con 48 naciones para ofrecer más oportunidades a más equipos”, añadiendo que “una coorganización entre varios países” constituye “un punto fundamental”.

En entrevista con la agencia de noticias AFP, Infantino dice estar “bastante contento por el futuro” de la FIFA y subrayó que es “un trabajador”. “No robo, no me aprovecho y no hago trampas y no permitiré a nadie en esta organización hacerlas”, añadió, en referencia a los escándalos que han sacudido a la institución desde mayo de 2015.

“Podemos pensar en una Copa del Mundo de 48 equipos que sería de hecho con un formato de 32 equipos, porque hemos visto que el formato ideal es de 32 equipos“, explicó Infantino. “La idea sería que los 16 mejores equipos en las clasificaciones entraran directamente en la fase de grupos y los otros 32 equipos disputaran un partido de repechaje que clasificaría a cada vencedor”, añadió.

“Así se abren más oportunidades a más equipos. Además no hay inconvenientes en el calendario porque estos partidos se jugarían antes del Mundial en lugar de los partidos amistosos. Desde el punto de vista de la promoción del fútbol, serían 16 finales antes de comenzar de verdad la fase de grupos, verdaderos partidos decisivos para determinar estos 16 equipos”, añadió Infantino, que en su programa como candidato a la presidencia de la FIFA incluía el paso del formato de 32 equipos a uno de 40.

El proyecto del Mundial de 48 equipos “será realmente tratado el 13 y el 14 de octubre, durante el próximo consejo de la FIFA. Es un proyecto, una idea, como la Copa del Mundo a 40, que está todavía sobre la mesa, con grupos de 4 o de 5 equipos”, explicó.

Elegido en febrero para suceder a Joseph Blatter, que dejó el cargo debido al peor escándalo de corrupción en la historia de la FIFA, Infantino subrayó el trabajo realizado “con la nueva secretaria general de la FIFA, Fatama Samoura, como en el desarrollo del fútbol femenino” y la integración de antiguos jugadores como Zvonimir Boban, secretario general adjunto, o Marco Van Basten, en la dirección de desarrollo técnico.